Alemania ha advertido a Europa sobre los riesgos de la creciente presencia china en el sector de las energías renovables, especialmente en la energía eólica. Un informe del Instituto de Defensa alemán señala que las turbinas chinas podrían ser controladas remotamente por Pekín, lo que representaría un riesgo para la seguridad nacional y la estabilidad política.
China domina actualmente el mercado global de aerogeneradores, con empresas como Goldwind, Envision y MingYang liderando el sector. Además, el país asiático ha anunciado planes para expandir masivamente sus energías renovables, incluyendo nuevos parques eólicos marinos y bases energéticas en regiones desérticas.
El informe alemán sugiere impedir la construcción del parque eólico Waterkant, adjudicado a la empresa china MingYang, por posibles riesgos de manipulación y recopilación de datos. No obstante, la gestora del proyecto, Luxcara, ha asegurado que se están tomando medidas de seguridad y que el control de las turbinas permanecerá en Alemania.
Mientras la Unión Europea investiga posibles subsidios ilegales en proyectos eólicos chinos, las empresas energéticas advierten que los objetivos de energía eólica para 2030 son inalcanzables sin el hardware chino. La situación plantea un desafío para Europa: avanzar hacia la sostenibilidad sin comprometer la seguridad ni la competencia justa en el sector energético.
Alemania ha emitido una advertencia a Europa sobre la creciente presencia de tecnología china en el sector de las energías renovables, destacando posibles riesgos para la seguridad nacional y la estabilidad del continente.
Dominio chino en el mercado eólico global
Según el último informe de Wood Mackenzie, los fabricantes chinos de aerogeneradores, como Goldwind, Envision y MingYang, lideraron el mercado global en 2024, marcando la primera vez que empresas chinas ocupan los primeros puestos en este sector. Esta tendencia refleja la rápida expansión de China en la industria de las energías renovables.
Planes ambiciosos de expansión en energías renovables
China ha anunciado planes para expandir masivamente sus energías renovables, incluyendo nuevos parques eólicos marinos y “bases energéticas” que integrarán almacenamiento solar y de baterías en regiones desérticas. Además, el país tiene previsto continuar con un proyecto hidroeléctrico en el río Yarlung Tsangpo, en el Tíbet, que podría triplicar la producción de la actual presa más grande del mundo, la de las Tres Gargantas.
Preocupaciones de seguridad en Alemania
Un informe del Instituto de Defensa alemán advierte que la instalación de turbinas eólicas chinas en el país podría permitir a Pekín retrasar proyectos, recopilar datos sensibles e incluso apagar turbinas de forma remota. El estudio sugiere que esto podría desestabilizar el sistema político y la cohesión social de Alemania. En particular, se recomienda utilizar todas las vías legales para impedir la construcción del parque eólico Waterkant, frente a la costa de Borkum, que la gestora de activos Luxcara ha adjudicado a MingYang Smart Energy para el suministro de 16 turbinas.
Respuesta de las empresas involucradas
Luxcara ha rechazado las afirmaciones de que el parque eólico podría suponer una amenaza para la seguridad nacional. Una portavoz de la empresa declaró que se están tomando precauciones de seguridad específicas y que MingYang no tendrá acceso directo a los controles del sistema durante su funcionamiento; el control, la gestión, las conexiones de datos y el servicio técnico se realizarán en Alemania.
Medidas de Alemania para garantizar la seguridad y la competencia justa
El Ministerio de Economía y Energía alemán ha publicado un plan de acción de cinco puntos para abordar los desafíos actuales en la cadena de suministro de energía eólica. Este plan reconoce la necesidad de corregir la competencia desleal entre los proveedores europeos y sus competidores internacionales, y se compromete a abordar los riesgos cibernéticos y de seguridad de los datos derivados de los aerogeneradores no europeos. Además, Alemania busca reducir la dependencia de imanes permanentes importados, esenciales en la fabricación de turbinas eólicas, y apoyar el aumento de la capacidad de producción de energía eólica en Europa.
Reacciones en Europa y desafíos futuros
La Unión Europea ha comenzado a tomar medidas contra los proveedores de energía eólica chinos, sospechando que reciben subsidios estatales que les permiten superar a los competidores europeos en proyectos dentro de la UE. La Comisión Europea inició en 2024 una investigación sobre proyectos eólicos vinculados a Pekín en países como Bulgaria, Francia, Grecia, Rumanía y España.
Mientras tanto, las principales empresas energéticas europeas advierten que los objetivos de energía eólica para 2030 no pueden alcanzarse sin el hardware chino, oponiéndose a una posible prohibición de la tecnología china en Alemania. Argumentan que la expansión planificada no podrá concretarse sin la colaboración con proveedores chinos.
La creciente influencia de China en el sector de las energías renovables plantea un dilema para Europa: equilibrar la necesidad de avanzar hacia un futuro sostenible con la seguridad nacional y la competencia justa en el mercado energético.