Barcelona lanza un innovador servicio de autoconsumo solar, dirigido a ciudadanos y comercios locales, para fomentar el uso de energía renovable y aliviar la factura eléctrica.
Barcelona ha lanzado un servicio pionero de autoconsumo solar compartido para ciudadanos y comercios locales, como parte de su Plan Clima. Dos pérgolas fotovoltaicas ubicadas en Vall d’Hebron y la plaza Alfonso Comín abastecerán a 86 usuarios iniciales, incluyendo 41 hogares en situación de vulnerabilidad económica, quienes recibirán la energía de forma gratuita. Este modelo permite a los beneficiarios disfrutar de electricidad limpia y reducir sus facturas sin necesidad de inversión en infraestructura.
El acceso al servicio se asignará mediante un proceso público competitivo, priorizando hogares con mayor número de residentes y comercios sostenibles. Los usuarios deberán cambiar su contrato eléctrico por uno de autoconsumo, un trámite en el que contarán con apoyo técnico municipal.
Además de fomentar el uso de energías renovables, esta iniciativa busca aliviar la pobreza energética y promover una gestión más sostenible de los recursos urbanos. Barcelona establece así un referente en la transición hacia un modelo energético más equitativo y ecológico, que podría replicarse en otras ciudades.
Fuente: SOLARINFO, Web de Barcelona, La Razón.
Barcelona ha dado un paso significativo en la transición energética con la introducción de un servicio de autoconsumo compartido de energía solar, utilizando pérgolas fotovoltaicas ubicadas en espacios públicos. Este proyecto no solo busca democratizar el acceso a energías renovables, sino también apoyar a hogares en situación de vulnerabilidad económica, garantizando un ahorro en sus costos energéticos y contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.
¿Cómo funciona el servicio?
El Ayuntamiento ha instalado dos pérgolas solares en Vall d’Hebron y la plaza Alfonso Comín como parte del Plan Clima. Estas estructuras generarán energía suficiente para abastecer inicialmente a 86 usuarios, incluyendo 41 hogares vulnerables. El acceso al servicio se gestionará mediante un proceso de selección público y competitivo. Entre los criterios de prioridad destacan la cercanía al punto de generación y el tamaño del núcleo familiar.
Los beneficiarios deben cambiar a un contrato de autoconsumo, con ayuda técnica proporcionada por el consistorio, y podrán disfrutar del servicio durante un máximo de cuatro años. Para los hogares en situación de vulnerabilidad, el acceso estará 100% bonificado.
Impacto y beneficios del proyecto
Este servicio se posiciona como un modelo pionero en autoconsumo compartido, buscando reducir la dependencia de combustibles fósiles y promover una cultura de sostenibilidad energética en la ciudad. Además de su enfoque ecológico, la iniciativa combate la pobreza energética al priorizar a familias que más lo necesitan, ofreciendo un alivio directo en sus gastos energéticos.
Desde el punto de vista urbano, el proyecto refuerza la idea de “ciudades inteligentes”, donde la tecnología y los recursos naturales se integran para mejorar la calidad de vida. Los comercios locales, en especial aquellos comprometidos con prácticas sostenibles, también podrán acceder al programa.
Barcelona no solo impulsa un cambio hacia un modelo energético más limpio y equitativo, sino que establece un precedente que podría ser replicado en otras ciudades del mundo. Este enfoque colaborativo entre gobierno, ciudadanos y comercios locales es una apuesta audaz por un futuro más sostenible y accesible para todos.