La Comisión Europea ha advertido a España y otros siete países por no haber implementado a tiempo la Directiva (UE) 2023/2413, que exige simplificar y agilizar los permisos para proyectos de energías renovables. Si no toman medidas en dos meses, Bruselas podría llevar el caso al Tribunal de Justicia de la UE.
Uno de los principales problemas señalados es la burocracia excesiva, que retrasa la inversión y pone en riesgo los objetivos climáticos para 2030. La directiva establece la creación de “zonas de aceleración”, donde los permisos deberían concederse más rápido, favoreciendo el desarrollo de infraestructuras energéticas.
España enfrenta desafíos en la implementación de energías renovables debido a procesos administrativos lentos, falta de personal y problemas de conexión a la red. A pesar de ello, hay avances como la autorización de parques de baterías en Asturias y planes de inversión en hidrógeno renovable por parte de empresas como Petronor.
Bruselas insiste en la necesidad de que España adopte medidas urgentes para facilitar el crecimiento del sector y cumplir con sus compromisos climáticos.
La Comisión Europea advierte sobre posibles acciones legales si no se cumplen las directrices comunitarias
Reclamación de la Comisión Europea
La Comisión Europea (CE) ha instado a España a simplificar y reducir la duración de los procedimientos para la concesión de autorizaciones en proyectos de energías renovables y las infraestructuras necesarias para integrar capacidad adicional en el sistema eléctrico, conforme a lo establecido en la Directiva (UE) 2023/2413. Esta advertencia, también dirigida a Italia, Chipre, Eslovaquia, Suecia, Bulgaria, Francia y Países Bajos, señala que, de no transponer la normativa comunitaria, Bruselas podría remitir el asunto al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Obstáculos actuales en los procedimientos
Los extensos procedimientos administrativos para la concesión de permisos se han identificado como una de las principales barreras para la inversión en proyectos de energía renovable y sus infraestructuras asociadas. Estas trabas incluyen la complejidad de las normativas para la selección de emplazamientos, autorizaciones administrativas, evaluaciones de impacto ambiental, problemas de conexión a la red y limitaciones para adaptar especificaciones tecnológicas durante el proceso de permisos. Además, la falta de personal en las autoridades competentes y en los operadores de la red agrava la situación, poniendo en riesgo los objetivos climáticos y energéticos de la UE para 2030, así como los del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) de España.
Directiva (UE) 2023/2413: objetivos y plazos
La Directiva (UE) 2023/2413, que España debía haber implementado en julio de 2024, establece plazos claros para los procedimientos de concesión de autorizaciones dirigidos a tecnologías o tipos de proyectos específicos. Además, introduce la presunción de que los proyectos de energías renovables, almacenamiento e infraestructuras de red conexas son de interés público superior. Uno de los aspectos clave de esta directiva es la obligación de los Estados miembros de designar “zonas de aceleración de las energías renovables”, donde los proyectos puedan beneficiarse de procedimientos de autorización más rápidos, dado su bajo impacto ambiental.
Zonas de aceleración: beneficios y procedimientos
La designación de estas zonas pretende que las plantas de energía renovable y el almacenamiento de energía en el mismo lugar, así como su conexión a la red, gocen de previsibilidad y procedimientos administrativos simplificados para la obtención de permisos. En particular, los proyectos ubicados en estas áreas deben beneficiarse de procedimientos acelerados, incluyendo la aprobación tácita en caso de ausencia de respuesta por parte de la autoridad competente dentro del plazo establecido.
Ocho países bajo escrutinio
Tras evaluar las respuestas legislativas de los Estados miembros ante la nueva normativa, la Comisión ha decidido iniciar procedimientos de infracción contra España, Italia, Chipre, Eslovaquia y Suecia por no haber comunicado las medidas de transposición. Asimismo, Bulgaria, Francia y Países Bajos han sido señalados por no proporcionar información suficientemente clara y precisa sobre cómo sus medidas transponen cada una de las disposiciones de la Directiva. Estos ocho Estados miembros disponen ahora de dos meses para responder y adoptar las medidas necesarias; de lo contrario, la Comisión podría remitir los casos al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Contexto adicional: desafíos en la implementación de energías renovables en España
La advertencia de la Comisión Europea se enmarca en un contexto donde España enfrenta desafíos significativos en la implementación de energías renovables. A pesar de los esfuerzos por aumentar la capacidad instalada, factores como la burocracia, la oposición local y la incertidumbre en la demanda eléctrica han ralentizado el progreso. Según la Asociación Empresarial Eólica (AEE), España necesita acelerar la implementación de proyectos eólicos para alcanzar su objetivo de 62 gigavatios de capacidad instalada para 2030, duplicando la capacidad actual. Sin embargo, en 2024, solo se añadieron alrededor de 1 gigavatio de nueva capacidad, lo que indica un ritmo insuficiente para cumplir con las metas establecidas.
Iniciativas recientes en España
A pesar de estos desafíos, se han dado pasos positivos. Por ejemplo, la Consejería de Transición Ecológica e Industria del Principado de Asturias ha autorizado la instalación de dos parques de baterías en Siero y Corvera, destinados a almacenar energía y mejorar la estabilidad de la red eléctrica. Estos proyectos representan avances en la infraestructura necesaria para integrar más energías renovables en el sistema.
Además, empresas como Petronor han anunciado planes de inversión significativos para descarbonizar sus operaciones. Petronor planea invertir 1.127 millones de euros hasta 2030 para sustituir el consumo de gas natural por hidrógeno renovable en su refinería de Muskiz, Bizkaia. Este hidrógeno se obtendrá mediante energía eólica y fotovoltaica, contribuyendo a la producción de combustibles sintéticos y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles tradicionales.
La advertencia de la Comisión Europea subraya la urgencia de que España y otros Estados miembros adopten medidas efectivas para agilizar los procedimientos de autorización en proyectos de energías renovables. La simplificación administrativa y la designación de zonas de aceleración son pasos clave para cumplir con los objetivos climáticos y energéticos establecidos para 2030. La colaboración entre las autoridades nacionales, regionales y locales, junto con el sector privado, será esencial para superar los obstáculos actuales y garantizar una transición energética exitosa.
Fuentes: cincodias.elpais.com, cadenaser.com, reuters.com,