A favor de un modelo energético más limpio, la ciudadanía vasca valora especialmente el desarrollo de energía solar, eólica y de los océanos
El último Ecobarómetro de Clima y Energía del Gobierno Vasco revela un notable apoyo de la ciudadanía hacia las energías renovables, evidenciando que el 58% de los encuestados está a favor de instalar un parque de generación sostenible en sus comunidades. La encuesta, llevada a cabo por la Sociedad Pública de Gestión Ambiental Ihobe y la Entidad Vasca de la Energía (EVE), refleja una preferencia destacada por la energía solar, seguida de fuentes marinas y eólicas, posicionándolas en los primeros lugares en una escala de 10 puntos. Al mismo tiempo, tecnologías como la biomasa, la geotermia y el hidrógeno, aunque menos populares, son vistas como esenciales en la transición energética vasca (Ihobe, Construible).
Según los datos, la ciudadanía percibe el cambio climático como una amenaza urgente, con un 76% mostrando preocupación. El ecobarómetro señala que casi tres de cada cuatro personas ven la transición energética como una oportunidad para Euskadi en términos económicos y laborales. En línea con este pensamiento, el consejero Mikel Jauregi destacó la necesidad de impulsar la generación renovable a gran escala para reducir la dependencia de combustibles fósiles, que ha impactado negativamente en la economía regional debido a su volatilidad de precios (Ihobe, El País).
Además de las oportunidades, un 72% de la ciudadanía considera que este cambio requerirá sacrificios, como limitar el uso de vehículos contaminantes y reconfigurar zonas urbanas para dar paso a espacios verdes. Esta visión, respaldada por la reciente ASTEKLIMA, la Semana del Clima y la Energía de Euskadi, enfatiza el compromiso colectivo necesario para abordar tanto el cambio climático como la independencia energética a largo plazo. La población se muestra especialmente sensible ante fenómenos como el aumento de olas de calor y lluvias extremas, que el 86% y 78% de los encuestados ven como consecuencias probables del cambio climático en la región (Construible, Ihobe).
Finalmente, el estudio recalca que el 69% de los participantes prefiere una implementación renovable responsable y pausada, que evalúe los impactos ambientales antes de actuar, a pesar de los beneficios a corto plazo que podría traer una rápida transición (EVE, El País). Este ecobarómetro coloca la percepción ciudadana como un mandato hacia las energías limpias, con el objetivo de construir un modelo energético vasco más seguro y resiliente.