A pesar de los problemas de fabricación, la energía solar sigue marcando récords en instalaciones y demanda.
La industria fotovoltaica se encuentra en un momento crítico, con un notable aumento en las instalaciones a nivel global, incluso mientras enfrenta importantes desafíos de producción. En España, la fotovoltaica está experimentando un auge significativo, con un incremento del 68% en nuevas instalaciones en el primer semestre de 2024 en comparación con el año anterior, alcanzando un total de 8.073 MW, según la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (ANPIER).
Este crecimiento ha sido impulsado por la demanda creciente de energía limpia y sostenible, especialmente en un contexto de crisis energética y aumento de los precios de los combustibles fósiles. A nivel mundial, se proyecta que las instalaciones de energía solar fotovoltaica alcanzarán entre 600 GW y 660 GW en 2024, un aumento significativo en comparación con los 444 GW instalados en 2023. Las proyecciones son alentadoras, pero se ven ensombrecidas por problemas en la cadena de suministro y las dificultades de fabricación que afectan a los principales proveedores.
Los problemas en la fabricación se deben principalmente a la caída de los precios de los módulos solares, lo que ha afectado a las empresas más pequeñas del sector. Este escenario ha llevado a que los principales fabricantes, como JinkoSolar y Trina, establezcan objetivos de crecimiento del 40% para el próximo año, esperando que la demanda repunte en la segunda mitad de 2024.
En este contexto, el mercado europeo ha mostrado una notable resiliencia. Los fabricantes se están adaptando a las nuevas condiciones del mercado, buscando reducir costos mientras mantienen la calidad de los productos. Sin embargo, la competencia feroz y las fluctuaciones en los precios de las materias primas continúan siendo una preocupación constante para la industria.
El incremento en las inversiones en energía solar también es notable. La Agencia Internacional de Energía estima que la inversión global en energía solar superará los 500 mil millones de dólares en 2024, reflejando un compromiso creciente con la transición hacia energías más limpias. Este enfoque ha sido respaldado por políticas gubernamentales que fomentan la adopción de tecnologías renovables.
En conclusión, aunque el sector fotovoltaico se enfrenta a desafíos significativos, la tendencia hacia un mayor uso de la energía solar es innegable. El crecimiento en la instalación de sistemas fotovoltaicos es un indicativo claro de la transición energética que está tomando fuerza en todo el mundo. La industria se encuentra en una encrucijada, donde el impulso hacia la sostenibilidad debe equilibrarse con la necesidad de resolver los problemas de producción que la amenazan.