La planta solar Ivanpah, ubicada en el desierto de Mojave, fue inaugurada en 2014 como el mayor proyecto de energía solar térmica del mundo. Su tecnología utilizaba espejos para concentrar la luz solar y generar electricidad, pero con el tiempo se volvió menos competitiva frente a los paneles fotovoltaicos, que son más eficientes y económicos.
A pesar de una inversión de $1.600 millones en garantías de préstamos del gobierno de EE.UU., Ivanpah ha enfrentado problemas financieros y ambientales. Su impacto en la fauna local, con la muerte de miles de aves y tortugas, ha generado controversia. En 2025, NRG Energy anunció el cierre de dos de sus tres unidades para 2026.
El caso de Ivanpah deja lecciones sobre la viabilidad de proyectos energéticos a largo plazo y la importancia de elegir tecnologías sostenibles y eficientes. Su futuro podría estar en la reutilización del sitio para proyectos fotovoltaicos más rentables.
En el corazón del desierto de Mojave, Estados Unidos, se erige la planta solar Ivanpah, una vez considerada la mayor instalación de energía solar térmica del mundo. Inaugurada en 2014, esta planta prometía revolucionar el sector energético. Sin embargo, una década después, enfrenta un cierre inminente, marcado por pérdidas humanas, económicas y ambientales.
Comprendiendo la tecnología solar térmica
Para entender la magnitud del proyecto Ivanpah, es esencial diferenciar entre las tecnologías solares disponibles. La energía solar térmica utiliza espejos para concentrar la luz solar, generando calor que produce vapor para mover una turbina y generar electricidad. En contraste, los paneles fotovoltaicos convierten directamente la luz solar en electricidad mediante materiales semiconductores. Aunque la energía solar térmica puede almacenar energía utilizando sales fundidas, la fotovoltaica ha demostrado ser más económica, eficiente y fácil de escalar.
El auge y caída de Ivanpah
Hace once años, Ivanpah se presentó como el futuro de la energía limpia. Con una extensión de aproximadamente 13 kilómetros cuadrados en tierras federales cerca de la frontera entre California y Nevada, la planta recibió $1.600 millones en garantías de préstamos del Departamento de Energía de EE.UU. Sin embargo, con el tiempo, Ivanpah enfrentó dificultades para competir con tecnologías solares más baratas y eficientes. En enero de 2025, NRG Energy, copropietario de la planta, anunció la terminación de contratos con empresas eléctricas, anticipando el cierre de la planta a principios de 2026.
Impacto ambiental y controversias
Además de los desafíos financieros, Ivanpah ha sido objeto de críticas por su impacto ambiental. La intensa luz reflejada por sus casi 350.000 espejos ha causado la muerte de miles de aves y tortugas del desierto, especies protegidas en la región. Grupos ecologistas han señalado que la construcción de la planta destruyó hábitats desérticos prístinos e irremplazables.
Lecciones aprendidas y el futuro de la energía solar
El caso de Ivanpah ofrece valiosas lecciones sobre la inversión en tecnologías emergentes y la importancia de evaluar su viabilidad a largo plazo. Aunque la planta no cumplió con las expectativas, su historia subraya la necesidad de innovación constante en la búsqueda de soluciones energéticas sostenibles. El sitio de Ivanpah podría ser reutilizado para instalaciones de energía fotovoltaica, reflejando la evolución del sector hacia tecnologías más eficientes y menos invasivas para el medio ambiente.
En resumen, Ivanpah, que una vez simbolizó la esperanza en la transición hacia energías limpias, ahora sirve como recordatorio de los desafíos inherentes a la innovación y la implementación de nuevas tecnologías en el sector energético.