El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista se ha reducido significativamente, situándose en 57,68 €/MWh este martes. Esto representa una caída del 34,94% respecto al lunes y del 40,50% en comparación con la semana pasada. Además, en el último mes el precio ha bajado un 27,65%, aunque sigue siendo un 22,62% superior al de hace un año.
Esta reducción se debe a varios factores, entre ellos, el incremento de la producción de energías renovables, condiciones meteorológicas favorables y medidas regulatorias como la “excepción ibérica”. Aunque la tendencia actual es positiva para los consumidores, los expertos recomiendan mantenerse atentos a la evolución del mercado, que sigue sujeto a volatilidad.
El Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE) ha publicado los datos que confirman una notable reducción del precio medio de la electricidad, situándose este martes en 57,68 euros por megavatio hora (MWh). Esta cifra supone un descenso significativo en comparación con la jornada anterior y con el mismo periodo de la semana pasada.
El coste de la electricidad sigue dando un respiro a los consumidores. Este martes, el precio medio en el mercado mayorista muestra una bajada del 34,94% respecto al lunes y se coloca en 57,68 €/MWh, consolidando la tendencia descendente que se ha observado en las últimas semanas. Además, los datos del OMIE señalan que el abaratamiento se mantiene en comparación intermensual y, aunque es superior al de hace un año, sigue resultando atractivo para hogares y empresas que buscan reducir su factura de la luz.
El descenso intersemanal
La cifra de 57,68 €/MWh es un 40,50% más económica que la registrada el pasado martes, cuando el precio alcanzó los 96,94 euros. Con esta notable caída, los analistas apuntan a factores como la estabilización de la demanda energética y la mayor aportación de energías renovables para explicar esta reducción en la tarifa eléctrica.
Comparativa con el mes anterior
Si se toma como referencia el 18 de febrero, fecha en la que la electricidad alcanzó un precio de 79,73 euros, el abaratamiento se sitúa en un 27,65%. Esto supone una buena noticia para los consumidores, quienes pueden ver un impacto positivo en su factura de la luz a corto plazo. No obstante, los expertos recomiendan seguir de cerca la evolución de los costes energéticos para anticipar posibles cambios de tendencia.
Perspectiva interanual
Pese a la bajada en comparación con el último mes y la última semana, el precio actual todavía es un 22,62% superior al de hace un año, cuando se situaba en 47,04 euros. Este incremento interanual obedece a los altibajos que ha experimentado el sector energético debido a la coyuntura económica y a factores externos, como la evolución de los precios del gas y las condiciones meteorológicas.
Factores que influyen en la bajada del precio de la luz
La reciente disminución en el precio de la electricidad se atribuye a varios factores clave:
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Aumento de la producción de energías renovables: La creciente participación de fuentes renovables, como la energía solar y eólica, ha desplazado a energías más costosas, contribuyendo a una reducción del 20% en los precios de la electricidad desde 2021.
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Condiciones meteorológicas favorables: Un invierno más cálido de lo habitual ha reducido la demanda de calefacción, lo que, junto con lluvias intensas y más viento, ha incrementado la producción de energía hidroeléctrica y eólica.
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Excepción ibérica y medidas regulatorias: La implementación de la “excepción ibérica”, que limita el precio del gas utilizado para generar electricidad, ha sido respaldada por el Tribunal General de la UE, permitiendo la intervención en los mercados energéticos en situaciones de crisis.
Previsión para el futuro
A pesar de la tendencia actual a la baja, el mercado eléctrico es volátil y está influenciado por múltiples factores. La dependencia de los combustibles fósiles, la demanda energética y las políticas gubernamentales seguirán desempeñando un papel crucial en la determinación de los precios futuros.
Los consumidores y empresas deben mantenerse informados y considerar opciones como el autoconsumo y la eficiencia energética para mitigar el impacto de posibles fluctuaciones en el mercado eléctrico.