El sector de las energías renovables experimenta un crecimiento sin precedentes, con la energía solar fotovoltaica liderando la expansión global. Se espera que para 2030 la capacidad renovable añadida alcance los 940 GW anuales. La reducción de costos y la integración con almacenamiento han impulsado su viabilidad, haciendo que tecnologías como la fotovoltaica integrada en edificaciones y la agrivoltaica sean cada vez más rentables.
Para garantizar un suministro renovable constante, es fundamental mejorar la flexibilidad del sistema eléctrico mediante redes digitalizadas y acumuladores de baterías, que ya desempeñan un papel clave en la estabilización de la red y la optimización del uso de energía renovable. La inteligencia artificial también se perfila como una herramienta clave en la gestión eficiente del almacenamiento energético.
Eventos como The smarter E Europe 2025, a celebrarse en Múnich, Alemania, servirán como epicentro para presentar innovaciones en almacenamiento, movilidad eléctrica y gestión energética. En este contexto, la flexibilidad y la carga bidireccional de vehículos eléctricos se perfilan como soluciones clave para optimizar el consumo y estabilizar el sistema energético global.
El avance de las energías renovables a nivel mundial es notable. Según un estudio de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), se espera que para 2030 la capacidad anual añadida sea de casi 940 gigavatios (GW). La energía solar fotovoltaica lidera este crecimiento, representando el 80% de la nueva capacidad de generación renovable entre 2024 y 2030. Tras superar la crisis energética, las renovables dominan la expansión global de la capacidad de generación. Sin embargo, para maximizar su potencial, es esencial contar con mayor flexibilidad, redes eléctricas digitalizadas y sistemas integradores como acumuladores de baterías.
Suministro de Energía Renovable 24/7: Viabilidad Técnica y Económica
La energía renovable se destaca por ser económica, descentralizada y versátil, cualidades que impulsan su adopción global. Según el laboratorio de ideas Ember, en 2023 las renovables contribuyeron al 30% de la producción eléctrica mundial, con la energía solar a la cabeza.
En Europa, la energía solar continúa siendo un pilar clave en la transición energética. Un estudio de SolarPower Europe revela que en 2024 se alcanzó un récord con la instalación de 65,5 GW de nueva capacidad fotovoltaica. Se proyecta que para 2030 la capacidad instalada totalizará 816 GW, triplicando los niveles de 2024 (338 GW).
Alemania, en particular, superó los 100 GW de capacidad acumulada, y la energía solar cubrió el 14% del consumo eléctrico nacional, según la Asociación Alemana de la Industria Solar (BSW-Solar).
Reducción de Costes y Nuevas Aplicaciones
Un factor clave en este crecimiento es la disminución de los costes de producción de electricidad solar. La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) indica que en 2023 los costes de la energía solar fueron un 56% más bajos que los de la fuente fósil más económica. Además, la combinación de fotovoltaica con acumuladores de baterías ha alcanzado niveles competitivos. El instituto Fraunhofer para Sistemas de Energía Solar (ISE) señala que en Alemania, en 2024, el coste de generación para esta combinación osciló entre 6,0 y 10,8 céntimos de euro por kilovatio hora (kWh), mientras que en centrales de carbón y gas se situó entre 15,1 y 32,6 céntimos de euro por kWh.
El mercado solar ha visto la adopción de aplicaciones innovadoras, como la fotovoltaica integrada en edificaciones, que se ha vuelto más rentable. Productos como las células solares de colores facilitan su integración arquitectónica. La agrivoltaica, que combina agricultura y energía solar, gana atención debido a las variaciones climáticas y conflictos por el uso del suelo. Los consumidores se transforman en “prosumidores”, instalando sistemas que integran fotovoltaica, acumuladores domésticos, bombas de calor y estaciones de carga en sus hogares. En el ámbito de las grandes instalaciones, se desarrollan centrales híbridas que combinan fotovoltaica con energía eólica, hidráulica y/o acumuladores de baterías.
Necesidad de un Cambio Sistémico
Para promover un sistema energético basado en fuentes renovables y gestionar el incremento de electricidad limpia, es imperativo un cambio sistémico. La falta de capacidad en las redes eléctricas para transportar energía, especialmente de fuentes intermitentes, y la discrepancia entre generación renovable y consumo, junto con una electrificación lenta, podrían ralentizar la transición energética en Europa. Es urgente digitalizar el sistema energético, incluyendo redes eléctricas y actores conectados, para aprovechar la flexibilidad, descongestionar redes y equilibrar generación y consumo. Además, es crucial combinar tecnologías de generación y almacenamiento mediante centrales híbridas, acumuladores de baterías y el uso de hidrógeno verde.
The smarter E Europe: Epicentro del Sector Energético
El recinto ferial de Múnich, Alemania, será sede de The smarter E Europe del 7 al 9 de mayo de 2025. Este evento reunirá a más de 3.000 expositores y se espera la asistencia de 110.000 visitantes. Distribuido en 19 pabellones y una explanada al aire libre, se presentarán las últimas innovaciones en fotovoltaica, almacenamiento energético, movilidad eléctrica y gestión de energía.
Acumuladores: Pilares de la Transición Energética
El crecimiento de las renovables, dada su naturaleza variable, exige una expansión paralela en la capacidad de almacenamiento. Los acumuladores son versátiles y abordan múltiples desafíos en un sistema dominado por energías renovables: reducen la congestión de la red, estabilizan la frecuencia y optimizan la producción de parques solares. Según BloombergNEF, el mercado mundial de acumuladores creció un 76% en 2024 respecto al año anterior, alcanzando 69 GW/169 GWh.
Los grandes acumuladores, ya sean independientes o combinados con fuentes renovables, actúan como reservas temporales para ajustar oferta y demanda, especialmente durante períodos de limitación económica de instalaciones solares. Además, pueden funcionar como “líneas de transmisión virtuales”, utilizando dos acumuladores en diferentes puntos de la red para resolver cuellos de botella mediante redistribución de carga.
La estabilización de la red es otra función esencial que pueden desempeñar los acumuladores de baterías. Tradicionalmente, la frecuencia de la red se mantenía mediante masas rotativas en grandes centrales térmicas. Con su desaparición, las baterías pueden proporcionar “inercia sintética” gracias a su rápida respuesta y, junto con inversores especializados, convertirse en la tecnología dominante en la formación de la red eléctrica.
La inteligencia artificial está revolucionando la gestión de sistemas de almacenamiento energético. Los sistemas basados en IA pueden analizar información del mercado eléctrico para cargar y descargar baterías de manera óptima según la demanda y los precios, maximizando beneficios económicos y contribuyendo a la estabilidad de las redes y al crecimiento de las renovables.
Flexibilidad: La Nueva Moneda del Mercado Energético
“La flexibilidad es la nueva moneda para el diseño del mercado”, afirma Simone Peter, presidenta de la Asociación Alemana de Energías Renovables (BEE). Una forma de aprovechar esta flexibilidad es mediante el control del consumo por parte de los usuarios para estabilizar la red o, si es necesario, inyectar energía en ella. Esto podría evitar cuellos de botella y excedentes de producción. Los “intermediarios de flexibilidad”, como la bolsa eléctrica Epex Spot, ofrecen a los proveedores la posibilidad de comercializar su capacidad, proporcionando a los operadores de redes herramientas para resolver congestiones y optimizar la planificación.