Los Alpes suizos están adoptando la energía solar flotante como una solución innovadora para la generación de electricidad limpia. En 2019, la empresa Romande Energie instaló la primera planta solar flotante de gran altitud en el embalse Lac des Toules, a 1.810 metros sobre el nivel del mar. Gracias a factores como la alta radiación solar, las bajas temperaturas y la reflexión de la nieve, esta planta genera hasta un 50% más de energía que las instalaciones en zonas bajas.
Un estudio de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zúrich determinó que la inversión energética de esta planta se recupera en solo 2,8 años y que su huella de carbono es menor que la de los parques solares tradicionales. La tecnología de energía solar flotante se está expandiendo en Europa, con proyectos similares en países como Portugal. Esta alternativa promete ser clave en la transición energética y en la lucha contra el cambio climático.
En un contexto donde se prevé que más del 90% del volumen glaciar en los Alpes podría desaparecer para 2100, surge una innovadora solución: la energía solar flotante a gran altitud. Esta tecnología no solo busca generar energía limpia, sino también mitigar los efectos del cambio climático en regiones montañosas.
Pioneros en Energía Solar Flotante
En 2019, la empresa suiza Romande Energie instaló la primera planta solar flotante a gran altitud en el mundo, ubicada en el embalse Lac des Toules, a 1.810 metros sobre el nivel del mar. Este parque solar, compuesto por 35 plataformas con paneles solares bifaciales, ocupa solo el 2% de la superficie del lago y tiene una capacidad de 448 kW. Las plataformas flotan de junio a diciembre, cuando el embalse está lleno por el deshielo, y se asientan sobre el suelo de enero a mayo.
Ventajas de la Altitud
La ubicación a gran altitud ofrece ventajas significativas para la generación de energía solar. Factores como las bajas temperaturas, una mayor radiación ultravioleta y la reflexión de la luz por la nieve circundante permiten que esta planta genere hasta un 50% más de energía en comparación con instalaciones en zonas más bajas.
Impacto Ambiental y Eficiencia
Un estudio de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zúrich analizó el impacto ambiental de esta instalación y determinó que la planta recupera su inversión energética en solo 2,8 años, gracias a la mayor radiación disponible en altitud. Además, la huella de carbono de la energía producida es de aproximadamente 94 g CO₂-eq por kWh, una cifra inferior a la de parques solares tradicionales.
Expansión de la Energía Solar Flotante en Europa
La energía solar flotante está ganando terreno en Europa. Portugal, por ejemplo, ha inaugurado la planta solar fotovoltaica flotante de Alqueva, la mayor de Europa sobre un embalse, con unos 12.000 paneles y una capacidad de producción anual de 7,5 GWh, suficiente para abastecer a aproximadamente 1.500 familias.
La implementación de plantas solares flotantes en embalses de alta montaña representa una solución innovadora y eficiente para la generación de energía renovable. Estas iniciativas no solo contribuyen a la producción de energía limpia, sino que también ofrecen una alternativa sostenible frente a los desafíos del cambio climático y la reducción de glaciares en los Alpes y otras regiones montañosas.