El Comité Económico y Social Europeo insta a la UE a adoptar una estrategia sólida para desarrollar la energía geotérmica, una fuente renovable constante y fiable capaz de reducir las emisiones y consolidar la independencia energética del continente.
La energía geotérmica, una de las fuentes de energía renovable con menos emisiones de gases de efecto invernadero, tiene en Europa un potencial aún sin explotar que podría desempeñar un papel crucial en la transición energética del continente. Sin embargo, su desarrollo ha sido limitado, en parte debido a la falta de una estrategia europea coherente y de incentivos financieros claros. Ante este desafío, el Comité Económico y Social Europeo (CESE), en su Pleno de octubre, instó a la Comisión Europea a formular una política coordinada que permita aprovechar esta fuente energética. Zsolt Kükedi y Thomas Kattnig, representantes del CESE y autores del informe, destacan que la energía geotérmica puede ser clave para reducir la dependencia europea de los combustibles fósiles, fortalecer la seguridad energética y alcanzar los objetivos de neutralidad climática establecidos para 2050. La propuesta del CESE plantea que, mediante un marco estratégico adecuado, la energía geotérmica puede consolidarse como una herramienta eficaz y limpia para reducir la volatilidad del sistema energético europeo.
Uno de los principales obstáculos que enfrenta el despliegue de la geotermia en Europa es la falta de apoyo financiero a nivel nacional. Las centrales geotérmicas, con altos costos iniciales y riesgos asociados, requieren incentivos económicos que permitan reducir la carga de inversión para los operadores y las empresas del sector. En este sentido, el Comité sugiere que una política de incentivos adecuada, alineada con los objetivos europeos de sostenibilidad, podría ayudar a mitigar los riesgos y aumentar la aceptación de los proyectos. Además, la participación activa de las comunidades locales en el proceso de desarrollo y consulta de los proyectos geotérmicos es esencial para fortalecer el apoyo social y garantizar que se aborden los posibles impactos ambientales.
Más allá de su rol en la generación de electricidad, la energía geotérmica se perfila como una fuente polifacética que puede proporcionar calor directo para calefacción urbana y procesos industriales, así como almacenamiento de energía, convirtiéndose en un recurso versátil para usos múltiples y funcionando las 24 horas sin depender de las condiciones meteorológicas. Según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), la estabilidad y fiabilidad de la energía geotérmica pueden ayudar a equilibrar la red eléctrica europea, compensando la intermitencia de otras fuentes renovables variables, como la solar y la eólica.
El desarrollo de esta tecnología en Europa, sin embargo, enfrenta retos adicionales: existen limitaciones en la cartografía y recopilación de datos sobre recursos geotérmicos, y la coordinación entre los Estados miembros es insuficiente. La falta de estadísticas detalladas y homogéneas ha dificultado la evaluación precisa de su potencial, generando fragmentación en los esfuerzos de los diferentes países. Ante esta situación, el CESE urge a la Comisión Europea a abordar estos vacíos de información mediante un plan de mapeo y evaluación que permita a los Estados miembros entender y explotar eficazmente sus recursos geotérmicos.
Con el establecimiento de una estrategia a nivel europeo, la energía geotérmica podría consolidarse como un pilar clave en la transición energética y el futuro sostenible de Europa, brindando una alternativa renovable de largo plazo, viable y compatible con las necesidades industriales y residenciales. Esta visión del CESE subraya la urgencia de políticas integradas que faciliten tanto el financiamiento como el desarrollo adecuado de una fuente de energía limpia, segura y estable.