Durante el mes de septiembre, el rendimiento de la energía solar en Europa occidental sufrió una disminución significativa debido a las condiciones meteorológicas adversas, en particular, una baja irradiancia solar. El fenómeno fue provocado principalmente por sistemas de bajas presiones que generaron un incremento de nubosidad sobre la región, especialmente en el sur y oeste de Europa. La empresa de modelado meteorológico Solcast reportó una reducción de hasta un 25% en la irradiancia solar en zonas como Francia, que tuvo el impacto más alto en toda la región.
Este contexto afectó principalmente a los sistemas fotovoltaicos de menor escala, entre ellos, aquellos destinados a autoconsumo, y contribuyó a la disminución en la producción total de energía solar en varios países. Sin embargo, las áreas ubicadas más al norte y este de Europa, donde las condiciones climáticas fueron más estables, lograron mantener niveles de producción cercanos a los habituales, mitigando así en parte el impacto negativo en el balance energético europeo.
Este descenso en la producción fotovoltaica resalta la dependencia de las instalaciones solares en Europa respecto de factores climáticos y la necesidad de diversificación de fuentes renovables, como la eólica y la hidráulica, que tienden a ser menos vulnerables a estas variaciones estacionales de irradiancia. De cara a los próximos meses, será crucial mantener un equilibrio en la matriz energética europea para asegurar la estabilidad y confiabilidad de suministro, especialmente en países que dependen en gran medida de la energía solar.
Fuente: PV Magazine