En 2024, la humanidad logró un avance histórico en la adopción de energías renovables, alcanzando un récord de 585 GW de nueva capacidad instalada, un 15,1% más que en 2023. Este crecimiento fue impulsado principalmente por China, que representó el 64% de la nueva capacidad. La energía solar fotovoltaica lideró la expansión con 451,9 GW adicionales, seguida por la hidroeléctrica y la eólica.
A pesar de estos avances, el mundo aún está lejos de la meta de triplicar la capacidad renovable para 2030, lo que exige un crecimiento anual del 16,6%. La transición energética sigue enfrentando desafíos, como la adaptación de las redes eléctricas, pero la unión global en 2024 ha sido un paso clave para un futuro más sostenible.
En un esfuerzo sin precedentes, la comunidad internacional ha logrado en 2024 un avance significativo en la adopción de energías renovables, marcando un hito en la lucha contra el cambio climático y la amenaza de extinción que este representa. Este logro refleja la creciente conciencia global sobre la necesidad de transitar hacia fuentes de energía más sostenibles.
Las energías renovables: pilares para un futuro sostenible
Las energías renovables, como la solar, eólica e hidroeléctrica, se han consolidado como alternativas esenciales para la generación de electricidad limpia y sostenible. Estas fuentes no solo reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también aprovechan recursos prácticamente inagotables, garantizando un suministro energético continuo y respetuoso con el medio ambiente. Este enfoque abarca todas las etapas del proceso energético, desde la producción hasta el consumo final.
España: transición hacia una matriz energética más verde
En España, el crecimiento de las energías renovables ha ido acompañado por el desmantelamiento de instalaciones de energía no renovable en diversas regiones durante el último año. Este cambio ha resaltado el protagonismo de las fuentes limpias en diversos sectores, aunque aún queda mucho por hacer para alcanzar una transformación completa del sistema energético nacional.
Un esfuerzo global en 2024 para evitar la crisis climática
El año 2024 fue testigo de una colaboración global sin precedentes, donde todos los países unieron esfuerzos para impulsar acciones destinadas a prevenir una crisis climática irreversible. Este compromiso se materializó en la masificación de instalaciones de energía renovable en todo el planeta, alcanzando un récord de 585 gigavatios (GW) de nueva capacidad instalada, lo que representa un aumento del 15,1% respecto al 2023 y eleva la capacidad renovable total a 4.448 GW.
Según el informe “Estadísticas de capacidad renovable de IRENA 2025” de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), China lideró este crecimiento aportando casi el 64% de la nueva capacidad, con 278 GW adicionales. El G7 contribuyó con el 14,3%, mientras que América Central y el Caribe añadieron solo el 3,2%.
Crecimiento por tipo de energía renovable
En cuanto al crecimiento por tipo de fuente de energía, la solar fotovoltaica encabezó la expansión con 451,9 GW añadidos, alcanzando un total de 1.865 GW, lo que supone un incremento del 32,2% en comparación con 2023. China fue el principal impulsor de este aumento, seguida por India.
La energía hidroeléctrica también mostró una recuperación significativa, alcanzando 1.283 GW, impulsada principalmente por adiciones en China, Etiopía, Indonesia y otros países. Por su parte, la energía eólica alcanzó una capacidad total de 1.133 GW, con China y Estados Unidos como principales contribuyentes. La bioenergía experimentó un repunte de 4,6 GW, con China y Francia liderando las nuevas instalaciones.
Desafíos pendientes para alcanzar los objetivos de 2030
A pesar de estos avances significativos, aún queda un largo camino por recorrer para alcanzar la meta global de triplicar la capacidad de energías renovables para 2030, establecida en el Acuerdo de París. Para lograr este objetivo, se requiere un crecimiento anual del 16,6% en la capacidad renovable, lo que implica la necesidad de acelerar los esfuerzos y superar desafíos como la adaptación de las redes de transmisión a las nuevas fuentes de energía.
En conclusión, la unión de todos los países en 2024 para incrementar la disponibilidad de energía verde ha establecido un nuevo récord en la capacidad renovable instalada. Sin embargo, este logro, aunque significativo, aún no es suficiente para cumplir con los objetivos ambientales establecidos, lo que subraya la necesidad de continuar y ampliar los esfuerzos en la transición hacia un futuro energético sostenible.