El papel de los medios en la percepción pública de la energía renovable
La comunicación es un componente fundamental en la lucha contra el cambio climático, especialmente cuando se trata de temas energéticos. Así lo refleja el V Informe del Observatorio de la Comunicación del Cambio Climático, el cual examina cómo los medios influyen en la percepción pública de las energías renovables y las soluciones a la crisis climática. La autora del informe, Maite Mercado, profesora de la Universitat de València, destaca la desconexión entre la crisis climática y la cobertura mediática de las fuentes energéticas responsables del calentamiento global. A pesar de los esfuerzos por aumentar la producción de energía limpia, el informe señala que la falta de conexión entre las energías renovables y el cambio climático en los medios impide que se comprenda la urgencia de la descarbonización.
El Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ya advirtió en 2022 que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) es crucial para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. Sin embargo, informes como el del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente indican que, a nivel mundial, las emisiones no han disminuido lo suficiente. La Unión Europea, responsable del 75% de las emisiones debido a su dependencia de los combustibles fósiles, busca liderar el cambio con su Pacto Verde Europeo, que establece una reducción del 55% de GEI para 2030.
Aunque los medios de comunicación juegan un papel clave en este debate, las investigaciones indican que no siempre han sido efectivos. Los estudios muestran que la cobertura informativa de las energías renovables ha carecido de profundidad y no ha destacado adecuadamente la relación entre el cambio climático y el sector energético. La cobertura se centra principalmente en aspectos económicos o políticos, dejando de lado la urgencia ambiental.
La solución pasa por una mayor conexión entre la crisis climática y la transición energética en los medios. Se requiere una mayor implicación ciudadana y una demanda de acción política para fomentar el uso de energías renovables y avanzar hacia un futuro más sostenible.