La sombra energética de Francia sobre España: Rivalidades históricas que frenan la colaboración en infraestructuras clave Subtítulo: Proyectos como el H2MED y el MIDCAT ejemplifican la relación tensa entre ambos países, afectando la transición energética en Europa
Las tensiones históricas entre España y Francia siguen marcando la relación entre ambos países, especialmente en el ámbito energético y de infraestructuras. A lo largo de los siglos, Francia ha priorizado sus propios intereses nacionales, lo que ha impactado negativamente en el desarrollo de proyectos clave que hubieran beneficiado también a España. Dos de los ejemplos más evidentes son el corredor ferroviario de alta velocidad Burdeos-Dax y el gasoducto transfronterizo MIDCAT.
El corredor ferroviario, cuya conexión con la frontera española está prevista para 2042, ha sufrido múltiples retrasos, afectando la competitividad de regiones industriales como Euskadi, que depende del transporte eficiente para exportar productos al resto de Europa. En cuanto al MIDCAT, que pretendía llevar gas natural desde España a Europa, sigue paralizado desde 2019. Esta falta de interconexión ha impedido que las regasificadoras españolas puedan ayudar a paliar la crisis energética europea tras la invasión rusa a Ucrania y la reducción del gas ruso en un 80%.
En contraste, proyectos más recientes como el H2MED, un hidroducto que permitirá transportar hidrógeno verde entre Barcelona y Marsella, suponen un intento de revertir esta situación. No obstante, la desconfianza sigue presente. A pesar de que el proyecto H2MED parece avanzar, la rivalidad histórica entre ambos países hace que surjan dudas sobre su viabilidad a largo plazo.
Francia ha apostado históricamente por su independencia energética, principalmente a través de la energía nuclear, y ha sido reticente a colaborar en infraestructuras que beneficiarían a España. Esta actitud tiene raíces en su doctrina de independencia estatal, impulsada por figuras como Charles de Gaulle. Recientemente, Francia ha anunciado importantes inversiones en hidrógeno, pero sigue priorizando sus propios proyectos, lo que complica una colaboración fluida con España.