Empresas reclaman menos burocracia y un marco regulatorio más flexible para facilitar la expansión del autoconsumo y energía compartida
El sector del autoconsumo en España enfrenta crecientes desafíos debido a la lentitud administrativa y los obstáculos regulatorios que dificultan la expansión de esta tecnología clave para la transición energética. Diversas asociaciones y empresas del sector han alzado la voz en los últimos días, solicitando cambios significativos en la normativa y procedimientos para poder cumplir con los objetivos europeos de descarbonización y crecimiento en energías renovables.
Entre las principales demandas, destacan la simplificación de los trámites burocráticos que afectan tanto a instalaciones individuales como a proyectos de autoconsumo colectivo. La actual regulación, que muchos consideran obsoleta, está ralentizando la puesta en marcha de nuevas instalaciones y creando un cuello de botella que afecta a la eficiencia y competitividad del sector. En especial, se solicita un aumento en la potencia permitida para compensación simplificada, con el fin de poder abordar proyectos de mayor envergadura.
Otra de las preocupaciones más destacadas es el fomento del autoconsumo compartido, una modalidad que ha sido difícil de implementar debido a barreras técnicas y legales. El desarrollo de este tipo de proyectos es crucial para que más comunidades puedan acceder a energía renovable y reducir sus costos eléctricos, pero requiere un marco regulatorio más flexible y un apoyo institucional más fuerte.
En un contexto de creciente demanda energética y con la urgencia de cumplir con los compromisos medioambientales, los actores del autoconsumo ven imperativo que el gobierno tome medidas inmediatas para facilitar la adopción de estas tecnologías.