URSA ha reutilizado 41.366 toneladas de materiales reciclados en sus procesos de producción durante 2024, reafirmando su compromiso con la economía circular y la sostenibilidad en la construcción. De esta cifra, 35.133 toneladas corresponden a vidrio reciclado, principalmente para la fabricación de lana mineral, y 6.233 toneladas a poliestireno extruido (XPS), procedente en gran parte de residuos industriales.
Desde 2019, la compañía ha reciclado un total de 162.007 toneladas entre vidrio y poliestireno, lo que ha permitido reducir el uso de materias primas vírgenes, minimizar residuos y disminuir emisiones. URSA destaca que el alto porcentaje de material reciclado en sus productos ha sido valorado por certificaciones ambientales como LEED, BREEAM y VERDE. La empresa continúa apostando por una industria más eficiente y alineada con los objetivos europeos de descarbonización.
• En 2024, URSA reutilizó 35.133 toneladas de vidrio reciclado y 6.233 toneladas de poliestireno reciclado.
• El uso de material reciclado en la fabricación de lana mineral de vidrio y poliestireno extruido (XPS) consolida el compromiso de la compañía con la economía circular.
• URSA impulsa un modelo industrial más eficiente, sostenible y alineado con los objetivos europeos de descarbonización.
URSA celebra el Día Mundial del Medioambiente (5 de junio) con un nuevo hito en su estrategia de sostenibilidad y economía circular. Durante el año 2024, la compañía ha reincorporado en sus procesos productivos un total de 41.366 toneladas de materiales reciclados, reafirmando su apuesta por una industria más eficiente, respetuosa con el entorno y comprometida con la sostenibilidad del sector de la construcción.
La mayor parte de esta cifra corresponde al uso de vidrio reciclado en la fabricación de su lana mineral: en total, 35.133 toneladas, procedentes tanto del propio proceso productivo de URSA como de fuentes externas, como la industria del automóvil. Esta cantidad representa un incremento del 16,5 % respecto al volumen de vidrio reciclado empleado en 2023, y consolida una tendencia de crecimiento sostenido en los últimos cinco años.
En cuanto a la fabricación de poliestireno extruido (XPS), URSA ha reutilizado un total de 6.233 toneladas de material reciclado, combinando residuos propios y externos, en su mayoría provenientes de la industria alimentaria. Esta cifra representa una mejora del 3,9 % respecto al ejercicio anterior y un incremento del 59,3 % en los últimos seis años.
Desde 2019, URSA ha reciclado un total de 162.007 toneladas de material en sus centros productivos: 119.528 toneladas de vidrio reciclado (sumando las cantidades de lana mineral año a año) y 42.479 toneladas de poliestireno reciclado en el mismo periodo. Estas cifras reflejan un compromiso firme y continuado con la reutilización de recursos y la reducción del impacto ambiental del proceso industrial.
“La sostenibilidad no es un eslogan para nosotros, sino un principio operativo que se aplica cada día en nuestras plantas”, explica Miquel Tena, director de fábrica de URSA. “Cada tonelada de material reciclado que reincorporamos nos acerca a una edificación más responsable y a una economía verdaderamente circular”.
El reciclaje de materiales como el vidrio y el XPS permite reducir el uso de materias primas vírgenes, minimizar el volumen de residuos enviados a vertedero y disminuir las emisiones asociadas a la producción industrial. Este amplio porcentaje de material reciclado en la composición de sus productos es muy positivamente valorado por certificaciones ambientales como LEED, BREEAM o GBCe-VERDE. URSA cuenta con el Distintivo de Garantía de Calidad Ambiental que certifica que en sus materiales hay un mínimo del 60 % de material reciclado, aunque como demuestran los datos hechos públicos por la compañía, en la práctica este porcentaje es mayor.
“Con un crecimiento del uso de materiales reciclados de cerca del 60 % en los últimos seis años, podemos afirmar que nuestro compromiso es claro: reducir residuos, optimizar recursos y fabricar productos que no solo mejoren la eficiencia energética de los edificios, sino que también dejen una menor huella ambiental desde el origen”, finaliza Tena.