En 2024, la producción de energías renovables en Aragón creció un 7% respecto al año anterior, alcanzando los 19.445 GWh y cubriendo el 88,8% de la demanda eléctrica de la comunidad. La energía eólica lideró el mix energético con un 52,3%, seguida por la solar fotovoltaica (18,9%) y la hidráulica (17,4%).
La demanda eléctrica también aumentó un 3%, con la industria como principal consumidor (44% del total). La potencia instalada creció un 7,1%, con 651 MW adicionales de energía eólica y solar.
Aragón se consolida como una de las principales regiones en la transición energética, atrayendo inversiones de grandes empresas tecnológicas. Sin embargo, el crecimiento de la demanda eléctrica plantea el reto de reforzar la infraestructura energética para garantizar un suministro estable y sostenible.
En 2024, Aragón ha logrado un hito en la generación de energías renovables, alcanzando una producción de 19.445 gigavatios hora (GWh), lo que representa un incremento del 7% en comparación con 2023. Este aumento ha permitido que las energías limpias cubran el 88,8% del total de la electricidad generada en la comunidad, según datos de Red Eléctrica de España.
Liderazgo de la energía eólica
La energía eólica ha sido la principal impulsora de este crecimiento, aportando el 52,3% de la electricidad generada en Aragón durante 2024. Con una producción de 11.458 GWh, la comunidad se posiciona como la segunda en España en generación eólica, solo por detrás de Castilla y León.
Incremento de otras fuentes renovables
Además de la eólica, otras fuentes renovables han mostrado incrementos significativos:
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Energía hidráulica: Aumento del 64,7% en su aportación al balance eléctrico de la comunidad.
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Energía solar fotovoltaica: Incremento del 7,6% en su contribución.
Estos datos contrastan con la disminución del 37% en la producción de tecnologías no renovables en comparación con 2023.
Demanda eléctrica en ascenso
La demanda eléctrica en Aragón alcanzó los 9.994 GWh en 2024, lo que supone un incremento del 3% respecto al año anterior. Este aumento se atribuye, en parte, al crecimiento de la actividad industrial en la región.
Consumo industrial destacado
La industria se ha consolidado como el principal consumidor de energía en Aragón, representando el 44% de la electricidad consumida en la comunidad. Este dato refleja la importancia del sector industrial en la economía aragonesa y su dependencia de un suministro eléctrico eficiente y sostenible.
Aumento de la potencia instalada
Durante 2024, Aragón incrementó su potencia instalada en 651 megavatios (MW) de energía eólica y solar fotovoltaica, lo que representa un aumento del 7,1% respecto a 2023. De esta manera, el 80% de la potencia instalada en la comunidad proviene de recursos naturales e inagotables:
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Eólica: 36,2%
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Solar fotovoltaica: 22,9%
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Hidráulica: 10,9%
Este crecimiento refuerza la posición de Aragón como una de las principales regiones en la transición hacia un modelo energético sostenible.
Perspectivas futuras y desafíos
Aragón se ha convertido en un polo de atracción para inversiones en infraestructuras energéticas y tecnológicas. Empresas como Amazon Web Services y Blackstone han anunciado inversiones millonarias en la región, atraídas por la disponibilidad de energía renovable y terrenos adecuados para el desarrollo de centros de datos. Estas inversiones no solo impulsarán la economía local, sino que también aumentarán la demanda eléctrica, planteando nuevos desafíos en la gestión y distribución de la energía.
Además, se prevé que para 2030, los centros de datos podrían consumir por sí solos la mitad de toda la demanda eléctrica de Aragón, según el Plan Energético de Aragón. Este escenario resalta la necesidad de reforzar las infraestructuras eléctricas y garantizar un suministro sostenible que pueda satisfacer tanto el crecimiento industrial como las necesidades de la población.
En conclusión, Aragón ha demostrado un compromiso sólido con la transición energética, alcanzando récords en la producción de energías renovables y atrayendo inversiones significativas. Sin embargo, este crecimiento conlleva desafíos que requerirán una planificación estratégica para asegurar un desarrollo sostenible y equilibrado en el futuro.