El sistema de almacenamiento de energía en baterías o BESS, en el rubro de las energías renovables no convencionales, es pieza clave para la masificación del servicio. Algunas proyecciones económicas sugieren un aumento de 44 a 120 billones de dólares en 7 años (2023-2030), lo que queda señalado en el gráfico a continuación.

A primera vista, la primera sensación que se viene a la mente es que el sistema BESS es un eslabón positivo dentro de la ruta verde de la transición energética, de los cuales se mencionan los siguientes beneficios:
1.- Reducen el consumo de combustibles fósiles: al almacenar energía excedente, se reduce el consumo de combustibles fósiles para regeneración de energía que supla los peak de producción (noche, poco viento)
2.- Descarboniza el transporte: ya que favorece el uso de vehículos eléctricos para su transporte.
3.- Entrega energía a comunidades fuera de las redes de conexión centrales: el sistema BESS puede ayudar a entregar energía a comunidades alejadas territorialmente o que no dispongan de conexión al sistema eléctrico de cada país.
Sin embargo, se han descrito en algunos medio especializados, respecto a los efectos negativos que el sistema BESS podría ejercer sobre el medio ambiente. de las que se pueden citar algunas como:
1- Contaminación de aguas: La producción de baterías de litio pueden agotar cuerpos de agua y contaminar suelos.
2.- Seguridad ante incendios: frente a un incendio, las BESS pueden generar gases y humos muy tóxicos para el ser humano y el medio ambiente, alterando la calidad de este componente.
3.- Alteración de la calidad de las aguas y suelos: esto debido a la mala disposición final de los residuos que pudieran generarse en algún momento del ciclo de vida de estas baterías.

4.- Generación de ruidos: se deben de conocer las normativas que regulan el ruido de fuentes fijas, en los países o provincias donde se requiere la instalación de estos sistemas, ya que pueden generar un efecto sinérgico junto con el propio sistema de generación de energía en especial si es eólico, donde puede alcanzar hasta los 90 decibeles, según proyecciones que se señalan a continuación:

En conclusión, los sistemas BESS tienen beneficios a nivel global y a largo plazo como el aporte a la descarbonización de los sistemas energéticos y disminución de la huella de carbono; y desventajas respecto a aspectos locales y a corto plazo, como contaminación o alteración de componentes y ruido y que dependiendo de la regulación ambiental de cada país, puede ser más permisiva o estricta su implementación.