La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha solicitado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que el Estado asuma la explotación de la central nuclear de Almaraz si no se reconsidera una reducción de impuestos a sus empresas propietarias (Iberdrola, Endesa y Naturgy). Argumenta que la central es clave para la soberanía energética, genera el 7% de la electricidad consumida en España y mantiene 3.000 empleos en la región.
Guardiola destaca que Almaraz es una fuente de energía limpia reconocida por la UE y con un desempeño excelente según organismos internacionales. Sin embargo, la planta enfrenta un calendario de cierre acordado por sus propietarios en 2019, que prevé el cese de operaciones en 2027 y 2028.
La propuesta de la presidenta extremeña busca evitar el cierre, ya que considera que afectaría el desarrollo industrial de la región y la estabilidad del suministro eléctrico nacional. Además, menciona la dependencia de España del uranio extranjero y defiende que el Gobierno debe garantizar la continuidad del parque nuclear hasta que las energías renovables puedan suplir completamente la demanda.
La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha enviado una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, solicitando que, si no se reconsidera una reducción de impuestos a las empresas propietarias de la central nuclear de Almaraz, el Estado asuma directamente la explotación de la planta para asegurar su funcionamiento continuo. Esta petición se suma a la reciente derogación del impuesto a las grandes compañías energéticas en el Congreso, impulsada por PP, Vox y Junts, que en 2024 recaudó 1.164 millones de euros.
Propietarios y beneficios
Las empresas propietarias de Almaraz son Iberdrola (52,7%), Endesa (36%) y Naturgy (11,3%). En los primeros nueve meses de 2024, Iberdrola declaró un beneficio neto de 5.471 millones de euros; Endesa, 1.404 millones de euros, un 33% más que en el mismo periodo de 2023; y Naturgy, más de 1.800 millones de euros. A pesar de estos resultados, Guardiola argumenta que los altos impuestos dificultan la rentabilidad de las centrales nucleares, sugiriendo que el Gobierno debe ofrecer soluciones inmediatas en lugar de alternativas a largo plazo, como los proyectos de energías renovables y almacenamiento previstos en Extremadura.
Desempeño y reconocimientos
La presidenta extremeña destaca que la central de Almaraz está libre de emisiones de carbono y ha sido reconocida como energía verde por la Unión Europea. Además, ha obtenido el nivel 1 de la Asociación Mundial de Operadores de Centrales Nucleares (WANO), situándola entre las plantas con un desempeño excelente y cumpliendo con los objetivos de la industria nuclear establecidos para 2030.
Incidentes y seguridad
En 2024, las siete centrales nucleares operativas en España registraron 33 “sucesos notificados” al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Almaraz II notificó cinco incidentes y ya ha reportado uno en enero de 2025, que resultó en una “parada automática”. A pesar de estos eventos, Guardiola enfatiza que las inversiones realizadas por las empresas propietarias han permitido un desempeño excelente, abriendo la posibilidad de extender la vida útil de la planta más allá de los 40 años, similar a su “gemela” en Estados Unidos, la central de North Anna, licenciada para 80 años de actividad.
Impacto económico y social
Guardiola subraya que Almaraz produce el 7% de la energía consumida en España y su cierre afectaría la soberanía energética del país, además de provocar la pérdida de unos 3.000 empleos en Extremadura. La presidenta también menciona la importancia de asegurar el acceso a la energía para proyectos futuros en la región, como la fábrica de baterías del grupo Envision en Navalmoral de la Mata y los campus de centros de datos enfocados en inteligencia artificial anunciados por la Junta de Extremadura y el grupo Merlin Properties.
Soberanía energética y dependencia del uranio
Aunque se apela a la soberanía energética, es relevante señalar que España no cuenta con minas de uranio, por lo que el combustible utilizado en las centrales nucleares es importado de países como Uzbekistán, Kazajistán, Namibia o Rusia, según la patronal del sector nuclear nacional.
Propuesta de nacionalización
Guardiola propone que, si el Gobierno no reconsidera una reducción de impuestos a las empresas que producen energía limpia y necesaria para la transición ecológica, el Estado debería hacerse cargo del parque nuclear para evitar que estas centrales queden sujetas a decisiones empresariales motivadas por una política fiscal desfavorable.
Antecedentes y contexto
En marzo de 2019, las empresas propietarias de Almaraz firmaron un “protocolo de cese ordenado de explotación” con la Empresa Nacional de Residuos Radioactivos SA (Enresa), estableciendo un calendario de cierre para todo el parque nuclear nacional: Almaraz I en 2027 y Almaraz II en 2028. Desde entonces, ninguna de las empresas ha solicitado al Gobierno la modificación de este calendario.
Movilizaciones y apoyo político
El 18 de enero de 2025, unas 10.000 personas, según la organización, se manifestaron en Almaraz contra el cierre programado de la central nuclear. La protesta fue liderada por la plataforma ‘Sí a Almaraz, sí al futuro’ y contó con la participación de alcaldes locales y vecinos de la comarca de Campo Arañuelo. María Guardiola encabezó la marcha, buscando respaldo nacional para mantener la planta operativa y defendiendo la soberanía energética de España.
La presidenta extremeña considera que la situación de urgencia compromete el desarrollo industrial y el progreso de Extremadura, y solicita al presidente Sánchez que reconsidere el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, teniendo en cuenta las soluciones propuestas para garantizar la continuidad de la central nuclear de Almaraz.