En los últimos años, el auge de la movilidad eléctrica ha ganado una gran relevancia en España. Las proyecciones apuntan a un futuro cercano en el que los vehículos eléctricos dominarán las carreteras, sustituyendo a los de combustión. Pero la gran pregunta a debatir es: ¿Está la red eléctrica española preparada para asumir una demanda masiva de electricidad proveniente de los coches eléctricos?
La transición hacia los coches eléctricos
El plan del Gobierno español, con su programa MOVES III, es fomentar la adopción del vehículo eléctrico como parte de su estrategia para impulsar una transición ecològica
Con esto y con la entrada en vigor de las normativas que restringirán la venta de vehículos de combustión interna, se prevé un incremento en las ventas de coches eléctricos. Por eso, a medida que más ciudadanos se sumen a esta transición, la demanda de electricidad aumentará, lo que plantea varios desafíos a la red eléctrica nacional.
Capacidad de la red eléctrica española
Actualmente, la red eléctrica de España se encuentra en una fase de transformación, buscando adaptarse a las nuevas demandas del mercado, como la integración de fuentes renovables y el incremento en el consumo. Según datos de Red Eléctrica de España (REE), la infraestructura de la red eléctrica es robusta, pero no está completamente preparada para una adopción masiva de vehículos eléctricos sin algunos cambios y mejoras importantes.
Retos técnicos y logísticos
- Aumento de la demanda de electricidad: Cada coche eléctrico consume, en promedio, entre 15 y 20 kWh por cada 100 kilómetros recorridos. Si consideramos que en 2030 se espera que más de 5 millones de vehículos eléctricos circulen por las carreteras españolas, la demanda de electricidad podría aumentar significativamente. Esto podría generar picos de consumo, especialmente en horas de la noche, cuando los vehículos se recargan.
- Infraestructura de recarga: Aunque España ha experimentado un aumento en el número de puntos de recarga públicos y privados (actualment unos 35.000), este número deberá ser multiplicado por 25 para poder garantizar una recarga adecuada a todos los usuarios de cara al 2030. La inversión en la infraestructura es crucial para asegurar la viabilidad del coche eléctrico.
- Distribución de la carga: Uno de los grandes retos es gestionar cómo se distribuye la carga eléctrica. Si millones de personas deciden cargar sus vehículos a la misma hora, esto generará picos de demanda que podrían colapsar la red si no se gestiona adecuadamente mediante el uso de tecnologías como las Smart Grids.
El papel de las energías renovables
Uno de los factores más importantes para que la red eléctrica pueda soportar el aumento de demanda derivado del coche eléctrico es la capacidad de generación de energía renovable.
Sin embargo, la generación de energía renovable aún enfrenta retos en cuanto a su capacidad de almacenamiento y la variabilidad de la producción, lo que significa que es crucial mejorar las tecnologías de almacenamiento y optimizar la distribución de energía para satisfacer la demanda de una flota de vehículos eléctricos masiva.
La red eléctrica española aún enfrenta retos significativos para adaptarse a un escenario de movilidad 100% eléctrica. El aumento de la demanda de electricidad, la necesidad de una infraestructura de recarga adecuada y la gestión eficiente de la distribución de energía son aspectos que deben abordarse con urgència si se desea llevar a cabo a corto-medio plazo. Sin embargo, el futuro parece prometedor, ya que las políticas gubernamentales, las inversiones en energies renovables y las soluciones tecnológicas avanzan a buen ritmo.
Redacción: Marina Loscos | Ingeniera Eléctrica