La innovadora instalación, que ocupará 20 hectáreas en Castrillón, producirá más de 32.600 MWh al año, marcando un hito en la descarbonización industrial.
Asturiana de Zinc (AZSA) construirá en Castrillón, Asturias, la mayor planta fotovoltaica de autoconsumo en España. Con una inversión de 15 millones de euros, el proyecto se levantará en los terrenos de las antiguas balsas de residuos de la fábrica de San Juan de Nieva. Esta instalación contará con 41.000 paneles solares que generarán una potencia de 28,7 MW y producirán 32.600 MWh anuales, energía suficiente para abastecer el consumo equivalente de casi todo el municipio de Castrillón.
La planta permitirá a AZSA reducir su dependencia de la red eléctrica en un 1,6 % y disminuir sus emisiones de CO2 en 4.600 toneladas anuales. Este avance es parte de la estrategia de la compañía, alineada con los objetivos de descarbonización de la multinacional Glencore, de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050. Además, el proyecto cuenta con financiación del PERTE de descarbonización industrial del Gobierno español.
La obra, que ocupará una superficie de 20 hectáreas, iniciará su construcción a finales de 2024 y se espera que entre en funcionamiento en 2025. Este desarrollo no solo contribuirá a la sostenibilidad ambiental, sino también a la recuperación de espacios degradados y a la modernización del sector industrial.
Fuentes: RTPA, Nortes, Europa Press.
Un paso hacia la sostenibilidad industrial
Asturiana de Zinc (AZSA), una de las principales compañías industriales de España, se prepara para construir la mayor planta fotovoltaica de autoconsumo del país en los terrenos de las antiguas balsas de residuos de su fábrica en San Juan de Nieva, Castrillón. Con una inversión de 15 millones de euros y apoyo del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para la descarbonización industrial, esta iniciativa busca posicionar a la empresa a la vanguardia de las energías renovables en el sector productivo.
La planta, compuesta por 41.000 paneles solares y con una potencia de 28,7 MW, generará anualmente 32.600 MWh de energía, suficiente para abastecer a casi todo el municipio de Castrillón en términos equivalentes. Esto permitirá a AZSA reducir un 1,6 % su dependencia de la red eléctrica, así como disminuir sus emisiones de CO2 en 4.600 toneladas anuales, lo que refuerza su compromiso de alcanzar la neutralidad en carbono para 2050.
Un proyecto con impacto ambiental y social
La nueva planta, que ocupará un área equivalente a 25 campos de fútbol, no solo simboliza un avance en sostenibilidad, sino también en la recuperación de espacios previamente degradados. Los terrenos elegidos, antiguamente usados para la deposición de residuos, serán transformados en un ejemplo de integración ambiental y desarrollo industrial responsable. El proyecto comenzará su construcción en el último trimestre de 2024 y está previsto que entre en operación en 2025.
Además de reducir la huella de carbono de la compañía, esta instalación es un modelo de autoconsumo energético en la industria pesada, un sector históricamente señalado por su alto impacto ambiental. El proyecto subraya la importancia de la colaboración público-privada en el impulso hacia la transición energética, con subvenciones del gobierno que buscan fomentar iniciativas similares en otras industrias estratégicas.
Un camino hacia el futuro energético
La apuesta de AZSA por esta planta fotovoltaica destaca la relevancia de las energías renovables en la modernización del tejido industrial de España. Este proyecto podría sentar un precedente para que otras empresas sigan el camino hacia una producción más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Con esta iniciativa, se refuerza la visión de un sector industrial alineado con los objetivos europeos de reducción de emisiones y transición energética.