Una comunidad energética local proyecta abastecer a un barrio entero mediante geotermia y energía solar, eliminando el uso de combustibles fósiles
El municipio de Balenyà, en Cataluña, lidera un proyecto pionero para climatizar un barrio completo mediante una red de calor y frío alimentada exclusivamente por energía 100% renovable y libre de emisiones. La iniciativa combina un sistema de geotermia, que utiliza la temperatura constante del subsuelo, con energía solar proveniente de un parque fotovoltaico.
El proyecto busca reducir la dependencia de combustibles fósiles, ofrecer ahorro económico a los vecinos y promover la sostenibilidad. Hasta el momento, una treintena de viviendas del barrio de “les piscines” han mostrado interés en participar, invirtiendo en tecnología que reduce tanto el impacto ambiental como los costes energéticos a largo plazo.
Esta iniciativa sitúa a Balenyà como un referente en la transición energética en Europa, destacando la importancia de las comunidades energéticas locales en la lucha contra el cambio climático y en la adopción de sistemas sostenibles en la vida cotidiana.
Fuentes: 3CAT, La Vanguardia, El País, Cadena SER.
En un esfuerzo por revolucionar la climatización residencial, la comunidad energética Balenyà Sostenible ha presentado un proyecto innovador que busca dotar de calefacción y refrigeración a todo un barrio utilizando únicamente fuentes de energía 100% renovables. Esta iniciativa, que combina geotermia y energía solar, pretende erradicar el uso de combustibles fósiles en las viviendas participantes, marcando un hito en la transición hacia sistemas energéticos sostenibles en el sur de Europa.
Una solución sostenible basada en geotermia y energía solar
El proyecto de Balenyà Sostenible se centra en la creación de una red local de calor y frío que aprovecha la temperatura constante del subsuelo mediante un sistema de geotermia. Este sistema consiste en perforaciones de hasta cien metros de profundidad por las que circulará agua a una temperatura estable de entre 17 y 19 grados Celsius. El agua se distribuirá a través de tuberías hacia las bombas de calor instaladas en cada vivienda, donde se ajustará a la temperatura deseada por los residentes.
Para garantizar que el sistema opere sin emisiones, se complementará con un parque solar de 760 kWp que suministrará la energía necesaria para el funcionamiento de la maquinaria asociada. Este enfoque asegura una fuente de energía infinita y libre de emisiones, en contraste con otras alternativas sostenibles como la aerotermia o la biomasa.
Características del barrio y participación vecinal
El barrio elegido para implementar esta red es el conocido como “barri de les piscines”, que cuenta con aproximadamente un centenar de viviendas. Sus calles rectas y casas adosadas facilitan la instalación de las tuberías necesarias para el sistema. Además, las viviendas disponen del espacio suficiente para albergar las bombas de calor, que ocupan un espacio similar al de un refrigerador estándar. La inversión inicial estimada para los residentes es de alrededor de 7.000 euros por vivienda.
Hasta la fecha, una treintena de vecinos ha mostrado interés en participar en la primera fase del estudio, lo que refleja una creciente conciencia y compromiso comunitario hacia la adopción de energías limpias.
Impacto económico y ambiental
Uno de los principales beneficios de esta red local de calor y frío es el ahorro económico para los usuarios, derivado de la eliminación de los costos asociados al consumo de combustibles fósiles. Además, al tratarse de un circuito cerrado, el sistema no implica un consumo adicional de agua, lo que refuerza su sostenibilidad ambiental.
El coste total del proyecto se estima en 1,8 millones de euros, una inversión que posiciona a Balenyà a la vanguardia de las soluciones energéticas sostenibles en Europa. Según Ramon Roig, portavoz de Balenyà Sostenible, este proyecto representa un cambio de paradigma en la forma de entender y gestionar la climatización residencial, con muy pocos referentes en Europa.
Contexto en la transición energética
Este proyecto se enmarca en un contexto más amplio de proliferación de comunidades energéticas en Cataluña y en toda España. Estas comunidades buscan empoderar a los ciudadanos en la producción y gestión de energía renovable a nivel local, promoviendo la sostenibilidad y la independencia energética. Iniciativas similares están surgiendo en diversas regiones, como la planta de biogás del Alt Urgell-Vall del Port Negre y otras comunidades que optan por instalaciones solares fotovoltaicas.