BMW, en colaboración con la empresa finlandesa Neste, ha comenzado a utilizar aceite vegetal hidrotratado (HVO 100) en la producción de vehículos diésel en Alemania. Este combustible renovable, elaborado a partir de residuos como aceite de cocina usado y grasas industriales, reduce hasta un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo de su ciclo de vida, sin emplear aceite de palma en su fabricación.
El HVO 100, que no requiere modificaciones en los motores diésel convencionales, se implementa en las plantas de Múnich, Dingolfing, Regensburg y Leipzig. Desde marzo de 2023, también se utiliza en camiones logísticos, y a partir de enero de 2025, todos los modelos diésel fabricados en Alemania se entregarán con este combustible en sus tanques.
Esta iniciativa forma parte del compromiso de BMW con la sostenibilidad, contribuyendo a su objetivo de reducir un 40% las emisiones de CO₂ por vehículo para 2030 y alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. Además, BMW impulsa el uso de combustibles renovables como solución complementaria a la electrificación en sectores difíciles de descarbonizar.
El Grupo BMW continúa su camino hacia la sostenibilidad con una decisión estratégica que marca un antes y un después en la producción de vehículos diésel en Alemania. En colaboración con la empresa finlandesa Neste, BMW ha comenzado a incorporar combustibles renovables en sus plantas de fabricación, utilizando aceite vegetal hidrotratado (HVO 100). Este avance refuerza el compromiso de la compañía con la reducción de su huella de carbono en la industria automotriz.
Uso de HVO 100 en las plantas de producción
BMW ha iniciado la transición hacia combustibles renovables en sus plantas de Múnich, Dingolfing, Regensburg y Leipzig. El HVO 100, un diésel renovable producido a partir de residuos como aceites de cocina usados y grasas industriales, permite reducir hasta un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero en su ciclo de vida. A diferencia de otros biocombustibles, el HVO 100 no utiliza aceite de palma, asegurando un enfoque más sostenible y ético en su producción.
Cada vehículo nuevo producido en estas instalaciones recibe entre cinco y ocho litros de HVO 100 antes de ser entregado a los concesionarios. Este enfoque no solo reduce las emisiones iniciales asociadas con el uso del vehículo, sino que también destaca como un paso significativo hacia la descarbonización de la industria automotriz.
Ventajas técnicas del HVO 100
El HVO 100 ofrece múltiples ventajas técnicas en comparación con el diésel fósil convencional. Este combustible cuenta con propiedades mejoradas para arranques en frío, una mayor pureza que reduce el riesgo de contaminación microbiana y una mejor compatibilidad con los motores diésel modernos sin necesidad de realizar modificaciones en ellos.
Además, su producción a partir de desechos y residuos lo convierte en una alternativa sostenible que no compite con cultivos destinados a la alimentación humana o animal. Estas características posicionan al HVO 100 como un combustible de transición ideal hacia un futuro con menos emisiones.
Implementación gradual y objetivos futuros
BMW comenzó a utilizar HVO 100 en sus camiones logísticos en marzo de 2023, logrando reducir significativamente las emisiones de CO₂ asociadas con el transporte interno. A partir de enero de 2025, todos los modelos diésel fabricados en Alemania se entregarán con este combustible en sus tanques, reafirmando el compromiso de la empresa con la sostenibilidad desde la línea de producción hasta el usuario final.
Este proyecto se alinea con los objetivos globales de BMW de lograr una reducción del 40% en las emisiones de CO₂ por vehículo durante todo su ciclo de vida para 2030.
El papel de los combustibles renovables en la transición energética
Los combustibles renovables como el HVO 100 son una pieza clave en la transición energética, especialmente para sectores en los que la electrificación total aún enfrenta desafíos, como el transporte de larga distancia y los vehículos industriales. Según expertos, estos combustibles pueden complementar la expansión de las energías renovables y contribuir significativamente a la reducción de emisiones mientras se desarrollan tecnologías más avanzadas.
BMW también forma parte de la Alianza de eFuels, una iniciativa que promueve el desarrollo y uso de combustibles sintéticos y renovables para sectores difíciles de electrificar. La empresa ha solicitado que se incluyan objetivos ambiciosos en la Directiva de Energías Renovables (RED III), esperando que al menos un 30% de las reducciones de gases de efecto invernadero provengan de combustibles renovables en el transporte para 2030.
Compromiso con la sostenibilidad y el futuro de la movilidad
La apuesta de BMW por el HVO 100 refleja su compromiso con la sostenibilidad en todos los niveles de su cadena de valor. Además, la compañía ha establecido un ambicioso plan para alcanzar la neutralidad de carbono en sus operaciones globales para 2050.
Iniciativas como esta son una muestra de cómo las grandes corporaciones pueden liderar el cambio hacia una economía más sostenible, combinando innovación tecnológica con responsabilidad ambiental. BMW no solo está transformando la forma en que fabrica sus vehículos, sino que también está impulsando un cambio en la percepción de los combustibles renovables como una solución viable y efectiva para un futuro más limpio.