El informe más reciente de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) destaca un crecimiento sin precedentes en la capacidad mundial de energías renovables durante 2023, que alcanzó los 473 GW. Este avance estuvo liderado por Asia, responsable del 69% de la expansión, con China como protagonista al sumar 297,6 GW, impulsada principalmente por la energía solar fotovoltaica, que representó el 73% del crecimiento global.
La energía eólica ocupó el segundo lugar con un 24% de la nueva capacidad instalada, mientras que otras fuentes, como la hidroeléctrica y la bioenergía, crecieron a ritmos más modestos. Sin embargo, IRENA advierte que persiste una disparidad significativa en el progreso. África, por ejemplo, apenas incrementó su capacidad en un 4,6%, situándose muy por detrás de otras regiones, a pesar de sus necesidades urgentes de desarrollo.
En Europa, la Comisión Europea enfatiza la necesidad de acelerar la transición energética para alcanzar las metas de 2030, con políticas que buscan aumentar la eficiencia energética y reformar el mercado eléctrico. A pesar de los avances, los expertos alertan que para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, será necesario triplicar la capacidad global de renovables en los próximos seis años, lo que requiere mayores inversiones, colaboración internacional y un fortalecimiento de las instituciones.
Este panorama refleja un progreso notable pero desigual, subrayando la necesidad de esfuerzos globales coordinados para garantizar una transición energética inclusiva y sostenible.