La Organización Marítima Internacional (OMI) ha aprobado la creación de un Área de Emisiones Controladas (ECA) en el Atlántico Noreste, que se convertirá en la más grande del mundo. Esta zona controlará las emisiones contaminantes de los buques, como los óxidos de azufre y nitrógeno, con el objetivo de mejorar la calidad del aire y proteger la salud humana y el medio ambiente, especialmente el Ártico. La medida, impulsada por la ONG Ecodes desde España, ha sido celebrada como un paso histórico, aunque también se considera insuficiente por permitir prácticas como el uso de scrubbers que trasladan la contaminación al mar.
Paralelamente, la OMI ha anunciado un marco global jurídicamente vinculante para lograr emisiones netas nulas del transporte marítimo hacia 2050. Este marco incluirá nuevas regulaciones sobre combustibles, mecanismos económicos de compensación, y un fondo para apoyar la transición energética, especialmente en países en desarrollo. Las nuevas normas se adoptarán formalmente en octubre de 2025 y entrarán en vigor en 2027.
Establecimiento del Área de Control de Emisiones del Atlántico Noreste
La Organización Marítima Internacional (OMI) ha aprobado la creación de un Área de Control de Emisiones (ECA, por sus siglas en inglés) en el Atlántico Noreste, convirtiéndola en la más grande del mundo. Esta nueva ECA se suma a las ya existentes en el mar de Noruega, Canadá, mar del Norte, mar Báltico y mar Mediterráneo, cerrando así una brecha significativa en la regulación de emisiones marítimas. Sin embargo, las islas Canarias y algunas áreas portuguesas no están incluidas en esta nueva zona de control.
Según el Informe Ambiental del Transporte Marítimo Europeo 2025, los óxidos de azufre emitidos por los buques han disminuido un 70% desde 2014 dentro de las ECAs establecidas. La implementación de la ECA del Atlántico Noreste busca replicar estos beneficios en una región más amplia.
Organizaciones como Ecodes han destacado que esta medida contribuirá significativamente a la protección del medio ambiente marítimo y la salud humana. La reducción de emisiones de azufre, nitrógeno y partículas disminuirá las enfermedades respiratorias y el impacto climático de los buques. Sönke Diesener, de la Unión de la Protección de la Naturaleza y la Biodiversidad (NABU), afirmó que esta medida evitará miles de muertes prematuras en Europa y facilitará condiciones equitativas para la industria marítima europea.
Críticas y desafíos pendientes
A pesar de los avances, la medida ha sido considerada insuficiente por varias organizaciones. Ecodes señala que aún se permite el uso de fuelóil pesado si se emplean sistemas de depuración de gases (scrubbers), los cuales limpian las emisiones de azufre pero vierten los residuos en el océano, trasladando el problema del aire al agua. La organización aboga por la prohibición de la descarga de agua de lavado de estos depuradores, siguiendo el ejemplo de países como Dinamarca, Finlandia y Suecia.
Marco global para emisiones netas nulas en el transporte marítimo
En paralelo, la OMI ha anunciado un marco jurídicamente vinculante para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes de los buques, con el objetivo de alcanzar emisiones netas nulas para 2050. Este marco incluye una nueva norma sobre combustibles marinos y un mecanismo mundial de fijación de precios del carbono.
Las medidas, que esperan ser adoptadas formalmente en octubre de 2025 y entrar en vigor en 2027, serán obligatorias para los grandes buques de navegación marítima que superan las 5.000 toneladas de arqueo bruto, responsables del 85% de las emisiones de CO2 del transporte marítimo internacional.
El marco de emisiones netas nulas de la OMI se incluirá en un nuevo capítulo 5 del Anexo VI del Convenio MARPOL. Los buques deberán cumplir con una norma mundial sobre combustibles, reduciendo progresivamente la intensidad de GEI de los combustibles utilizados. Además, se implementará una medida económica mundial donde los buques que emitan por encima de los umbrales establecidos deberán adquirir unidades de recuperación para equilibrar sus emisiones, mientras que aquellos que utilicen tecnologías de emisiones nulas o casi nulas podrán optar a recompensas económicas.
Se establecerá el Fondo Net-Zero de la OMI para recaudar las contribuciones derivadas de los precios de las emisiones. Estos ingresos se destinarán a recompensar a los buques con bajas emisiones, apoyar la innovación y la investigación, financiar la formación y mitigar las repercusiones negativas sobre los Estados vulnerables.
Próximos pasos y otras iniciativas
Tras la aprobación del proyecto de enmiendas al Anexo VI del Convenio MARPOL, se distribuirá oficialmente a los Estados Miembros de la OMI. Se espera su adopción en octubre de 2025 y su entrada en vigor en 2027.
Durante el 83º periodo de sesiones del Comité de protección del medio marino (MEPC 83), también se adoptaron otras medidas, como el Plan de acción de 2025 para abordar la basura plástica marina procedente de los buques, avances en la revisión del Convenio sobre la gestión del agua de lastre y la aprobación de un proyecto de plan de trabajo sobre la elaboración de un marco reglamentario para el uso de sistemas de captura de carbono a bordo.
Fuentes: Organización Marítima Internacional, ICCT, BIMCO, The Maritime Executive.