El crecimiento en el tamaño de las turbinas eólicas plantea nuevos retos para la protección de aves y murciélagos, impulsando la búsqueda de soluciones innovadoras.
El crecimiento en el tamaño de los aerogeneradores ha optimizado la producción de energía eólica, pero también ha incrementado su impacto sobre la avifauna. Con diámetros de rotor que superan los 160 metros y velocidades en las puntas de las palas de hasta 360 km/h, estos gigantes presentan un mayor riesgo de colisión para aves y murciélagos, afectando especialmente a especies como el buitre leonado y los paseriformes.
Para mitigar este impacto, se han desarrollado sistemas de detección y disuasión como DTBird y DTBat, aunque su eficacia se ve desafiada por la escala creciente de las turbinas. Paralelamente, las autoridades han comenzado a rechazar proyectos en áreas de alta sensibilidad ecológica, priorizando la conservación de la biodiversidad.
El reto actual para la ingeniería eólica es integrar soluciones tecnológicas que reduzcan la mortalidad de la fauna sin comprometer la eficiencia energética, asegurando un desarrollo sostenible y equilibrado entre innovación y preservación ambiental.
La expansión de la energía eólica ha sido clave en la transición hacia fuentes renovables. Sin embargo, el incremento en el tamaño de los aerogeneradores ha suscitado preocupaciones sobre su impacto en la avifauna. Estudios recientes revelan que las turbinas de mayor envergadura pueden aumentar la mortalidad de aves y murciélagos, especies esenciales para el equilibrio ecológico.
El crecimiento de los aerogeneradores y sus implicaciones:
En los últimos años, la industria eólica ha evolucionado hacia turbinas de mayor tamaño para optimizar la producción energética. Mientras que anteriormente predominaban aerogeneradores con diámetros de rotor de 40 metros, actualmente se instalan máquinas que superan los 160 metros. Esta ampliación conlleva una mayor superficie de barrido y velocidades en las puntas de las palas que pueden superar los 360 km/h, incrementando el riesgo de colisión para la fauna voladora.
Impacto en la avifauna:
La mortalidad de aves y murciélagos debido a colisiones con aerogeneradores es una preocupación creciente. Un estudio realizado por las universidades de Alicante y Miguel Hernández de Elche, junto con la Estación Biológica de Doñana, analizó datos desde 2006 hasta 2022, identificando que los paseriformes y las rapaces, especialmente el buitre leonado, son las especies más afectadas. Los murciélagos que se alimentan en zonas abiertas también presentan una alta vulnerabilidad. Los investigadores enfatizan la urgencia de implementar medidas de mitigación para equilibrar el desarrollo de energías renovables con la conservación de la biodiversidad.
Medidas de mitigación y desafíos tecnológicos:
Para reducir el riesgo de colisiones, se han desarrollado sistemas como DTBird y DTBat, que combinan tecnologías de detección y disuasión. Sin embargo, la eficacia de estos sistemas puede verse comprometida por el aumento en el tamaño de las turbinas. Agustín Riopérez, CEO de DTBird, señala que la complejidad de los nuevos aerogeneradores requiere adaptar y escalar las soluciones tecnológicas, considerando factores como el tamaño de las especies afectadas y sus patrones de actividad.
Controversias y decisiones administrativas:
La instalación de parques eólicos ha generado debates en diversas regiones. Por ejemplo, el alcalde de Orozko, Aitor Iza, anunció su oposición al parque eólico Larragorri, argumentando impactos negativos en el medio ambiente y la economía local. Asimismo, el Ministerio para la Transición Ecológica desestimó la autorización del parque eólico Maya debido a efectos adversos significativos sobre la fauna, especialmente aves y murciélagos, en áreas de alta sensibilidad ecológica.