La creciente adopción de vehículos eléctricos plantea al sector del desguace la necesidad de recuperar eficientemente minerales esenciales de las baterías usadas.
El auge de los vehículos eléctricos está impulsando un nuevo reto para el sector del desguace: el reciclaje de baterías. Actualmente, solo se recicla el 5% de estas baterías en Europa, pero se espera que para 2027 la cifra supere las 50.000 toneladas anuales. El reciclaje eficiente de estos componentes podría proporcionar hasta un 25% del cobalto y otros minerales esenciales para la fabricación de nuevas baterías.
Para adaptarse, los desguaces deben contar con personal especializado y herramientas avanzadas que permitan desmontar, evaluar y reutilizar baterías. Si una batería está en buen estado, puede venderse como pieza de segunda mano; si presenta fallos, puede repararse o enviarse a reciclaje para extraer la valiosa “masa negra”, compuesta por metales críticos.
Más allá del beneficio económico, el reciclaje reduce la dependencia de importaciones de minerales y minimiza el impacto ambiental de la extracción de materias primas. La inversión en formación y tecnología se vuelve clave para que los desguaces aprovechen esta oportunidad y contribuyan a una economía más sostenible.
La transición hacia la movilidad eléctrica está en pleno auge. En 2024, las ventas de coches eléctricos en España representaron el 5,6% del total de matriculaciones, con un crecimiento del 0,2% respecto al año anterior. A nivel europeo, la cuota alcanzó el 15,4% en el mismo periodo. Este incremento, aunque positivo para el medio ambiente, presenta nuevos desafíos para el sector del desguace, especialmente en la gestión y reciclaje de las baterías de estos vehículos.
La importancia del reciclaje de baterías
Según una investigación de Transport & Environment (T&E), el reciclaje de baterías usadas y residuos de producción podría proporcionar el 14% del litio, el 16% del níquel, el 17% del manganeso y el 25% del cobalto que Europa necesitará para la fabricación de coches eléctricos en 2030. Actualmente, en Europa, solo se recicla el 5% de las baterías de estos coches; sin embargo, se espera que para 2027 sea necesario reciclar más de 50.000 toneladas de baterías anualmente.
Adaptación del sector del desguace
Ante esta nueva realidad, los desguaces que deseen maximizar el valor de las piezas de estos vehículos deben adaptarse y prepararse para afrontarla. Gerard Palau, cofundador de Recomotor y director de operaciones, destaca que uno de los primeros pasos para esta transición es contar con personal altamente capacitado en el desmontaje de coches eléctricos.
Procesos especializados y herramientas necesarias
El desmontaje y diagnóstico de estas baterías requieren herramientas especializadas. Si la batería está en buen estado, puede comercializarse en el mercado de piezas de segunda mano, siempre cumpliendo con las normativas de almacenamiento y envío. En caso de presentar problemas, se pueden explorar opciones como la reparación o el reciclaje. Empresas especializadas ofrecen soluciones para la valorización de las baterías usadas, ya sea recuperando celdas en buen estado para fabricar nuevas baterías o extrayendo la valiosa ‘masa negra’, una mezcla de metales esenciales para la producción de nuevas unidades.
Beneficios económicos y ambientales
El reciclaje eficiente de las baterías no solo reduce la dependencia de las importaciones de minerales, sino que también disminuye la necesidad de extraer minerales primarios, contribuyendo a la sostenibilidad ambiental. Además, los desguaces pueden obtener una compensación económica por el reciclaje de las baterías, descontando los costes de transporte.