El nuevo decreto busca gravar a las grandes empresas del sector energético, ofreciendo deducciones fiscales a aquellas que impulsen proyectos de transición ecológica y descarbonización.
El Gobierno ha aprobado la extensión del gravamen a las grandes empresas energéticas hasta 2025, con el objetivo de recaudar fondos y fomentar inversiones en energías renovables y tecnologías limpias. La medida incluye incentivos fiscales para empresas que realicen proyectos clave como producción de hidrógeno verde o transformación de residuos en biogás.
Aunque la iniciativa busca impulsar la transición ecológica, enfrenta resistencia en el Congreso, especialmente de partidos como el PNV, que consideran que podría afectar la inversión en el sector y el sistema de Concierto Económico. Para lograr consenso, el Ministerio de Hacienda ha propuesto tramitar el decreto como proyecto de ley, lo que permitiría convertir el gravamen en un impuesto permanente.
El éxito de esta medida dependerá de superar los retos políticos y equilibrar la sostenibilidad con la recaudación fiscal.
Fuente: Energías Renovables.
En un movimiento decisivo hacia la sostenibilidad, el Gobierno ha aprobado la extensión del gravamen a las grandes empresas energéticas hasta 2025, incorporando incentivos fiscales para fomentar inversiones en energías renovables y tecnologías limpias. Esta medida, anunciada durante el último Consejo de Ministros del año, busca equilibrar la recaudación fiscal con el impulso a la transición ecológica en España.
Un gravamen con enfoque verde
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha destacado que el nuevo gravamen no solo exige un esfuerzo adicional a las empresas energéticas, sino que también promueve la descarbonización y el desarrollo de proyectos industriales clave, como la producción de hidrógeno verde.
Incentivos para la transición ecológica
Las empresas que realicen inversiones estratégicas en activos fijos o tecnológicos orientados a la transición ecológica podrán beneficiarse de deducciones fiscales. Estas inversiones, que incluyen desde la producción de hidrógeno renovable hasta la transformación de residuos en biogás, serán evaluadas por su contribución al crecimiento económico y la creación de empleo.
Desafíos en la aprobación parlamentaria
Aunque el decreto ha sido aprobado por el Consejo de Ministros, su convalidación en el Congreso enfrenta obstáculos. Partidos como el PNV y Junts han expresado su oposición, argumentando que la medida podría comprometer las inversiones en el sector energético y afectar el sistema de Concierto Económico. El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, calificó la aprobación del decreto como un “purito paripé”, anticipando dificultades para su ratificación parlamentaria.
Estrategias para lograr consenso
Para superar estas resistencias, el Ministerio de Hacienda ha propuesto tramitar el decreto como proyecto de ley, lo que permitiría transformarlo en un impuesto permanente. Esta estrategia busca atraer el apoyo de formaciones políticas que rechazan la temporalidad del gravamen y garantizar una gestión más equitativa entre las distintas haciendas autonómicas.
Además, puede ver la declaración del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre esta medida en el siguiente video