La alta producción eólica frena el alza de precios energéticos en Europa, mientras el mercado eléctrico enfrenta nuevos desafíos y oportunidades.
En la tercera semana de noviembre, Europa registró una producción eólica récord que contribuyó a mitigar los efectos del alza en los precios del gas y de los derechos de emisión de CO2 en los mercados eléctricos. Países como Francia, Alemania, España y Portugal alcanzaron máximos históricos en generación eólica, con incrementos del 145% en el caso francés y del 85% en el alemán. Esta alta generación permitió que los precios eléctricos disminuyeran en la mayoría de los mercados, destacando Alemania con una caída del 22%, mientras que los precios diarios en varios países bajaron a menos de 14 €/MWh el domingo 24 de noviembre.
Sin embargo, las previsiones para la última semana de noviembre anticipan una disminución de la producción eólica en la mayoría de los mercados, con excepción de Portugal. Este descenso, combinado con un aumento de la demanda en mercados clave como España, Alemania e Italia, podría revertir la tendencia de precios bajos. El contexto energético sigue condicionado por tensiones geopolíticas y altos costos del gas y CO2, subrayando la necesidad de impulsar inversiones en renovables y tecnologías complementarias para garantizar un suministro estable y sostenible en el futuro.
Fuente: PV Magazine, Evwind, El periódico de la energía.
La producción de energía eólica en Europa alcanzó niveles récord en noviembre, marcando un hito en el sector energético. Esta tendencia, que contribuyó a la reducción de los precios eléctricos a pesar del encarecimiento del gas, refleja el potencial de las renovables como estabilizadoras de los mercados energéticos. La relevancia de este fenómeno se amplifica en un contexto de alta demanda energética y tensiones geopolíticas que afectan el suministro de combustibles fósiles.
Récords de producción y precios eléctricos a la baja
La tercera semana de noviembre se caracterizó por una producción eólica histórica en mercados como España, Francia, Alemania y Portugal. Francia lideró el crecimiento con un incremento del 145% respecto a la semana anterior, seguido por Alemania (85%) y España (36%). Estas cifras, impulsadas por condiciones climáticas favorables, redujeron significativamente los precios eléctricos en mercados clave. En Alemania, por ejemplo, el promedio semanal bajó un 22%, alcanzando precios mínimos de 3,97 €/MWh en momentos puntuales.
Además, el efecto combinado de una baja demanda los fines de semana y la alta producción renovable propició precios inferiores a 14 €/MWh en varios mercados, destacando el potencial de las renovables para mitigar los impactos de las fluctuaciones de precios del gas y del CO2.
Proyecciones y retos: ¿qué esperar?
Sin embargo, para la última semana de noviembre se prevé una disminución en la producción eólica en la mayoría de los mercados europeos, con la excepción de Portugal, lo que podría derivar en un aumento de los precios. Asimismo, el alza en la demanda en mercados como España, Alemania e Italia podría intensificar esta tendencia.
Paralelamente, el encarecimiento de los derechos de emisión de CO2 y los futuros del gas natural, que alcanzaron precios máximos desde noviembre de 2023, continúan presionando al alza los costos energéticos. Las tensiones geopolíticas, especialmente en torno al suministro de gas desde Rusia, también añaden incertidumbre al panorama energético.
Transición energética y perspectivas a largo plazo
El escenario destaca la importancia de seguir invirtiendo en energías renovables y soluciones complementarias, como el almacenamiento con baterías y la hibridación. Estas tecnologías son esenciales para garantizar estabilidad en un mercado energético que enfrenta variabilidad climática y dependencia de fuentes fósiles.
El rol de las políticas energéticas será crucial para consolidar el liderazgo europeo en renovables. La combinación de marcos regulatorios sólidos, incentivos a la innovación y colaboración internacional será determinante para lograr un mercado energético sostenible y competitivo.
La reciente expansión de la producción eólica no solo marca un logro técnico, sino que subraya el papel transformador de las renovables en los mercados energéticos. A medida que Europa enfrenta desafíos climáticos, económicos y geopolíticos, el enfoque en tecnologías limpias y diversificación energética no solo es deseable, sino imprescindible.