La posible derogación de leyes climáticas por parte de Trump amenaza las inversiones en energías renovables, impactando tanto a la economía como a los esfuerzos globales para frenar el cambio climático.
El posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca plantea preocupaciones en el ámbito energético, especialmente en cuanto a los avances logrados en energías renovables y protección ambiental. Durante su anterior mandato, Trump retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París y relajó la supervisión de la Agencia de Protección Ambiental (EPA). Esta vez, su administración planea revocar la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), que asigna $361,000 millones para el impulso de energías limpias, una medida que se prevé podría frenar la inversión en proyectos sostenibles y reducir el crecimiento del PIB en hasta un 1% para 2030, la administración Trump busca abrir millones de acres de tierras federales para la extracción de combustibles fósiles, lo que afectaría áreas protegidas y hábitats críticos. Los expertos advierten que, al reducir los compromisos ambientales, Estados Unidos podría perder su liderazgo en la lucha contra el cambio climático y su competitividad en el mercado global de energía limpia .
Por icas anti-ESG de Trump podrían obstaculizar las inversiones sostenibles de las empresas, impactando el crecimiento del sector renovable y la reputación de Estados Unidos en el mercado financiero internacional.
Fuentes: Brookings Institution, The New York Times, Bloomberg, E&E News, POLITICO, El Periódico de la Energía, Energías Renovables.
Con el retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, el sector de las energías renovables y los avances ambientales logrados en la última década podrían sufrir un serio retroceso. El exmandatario ha expresado su intención de desmantelar políticas clave del gobierno de Joe Biden, como la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), que contempla incentivos para energías limpias y regulaciones ambientales rigurosas. Esto se traduce en una posible reducción drástica de los fondos federales destinados a la transición energética y a la mitigación de los efectos del cambio climático.
Impacto en la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) y el Acuerdo de París
Trump ha manifestado repetidamente su intención de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París, como ya lo hizo en su mandato previo, y hasta de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Esta retirada limitaría la participación de Estados Unidos en compromisos internacionales para reducir las emisiones de carbono, impactando directamente los esfuerzos globales para frenar el cambio climático. La IRA, una legislación que asigna 361.000 millones de dólares para estimular la inversión en energías renovables, enfrenta un riesgo significativo bajo la administración Trump. La eliminación de esta ley pondría en peligro proyectos a largo plazo, con una pérdida potencial de hasta un trillón de dólares en inversiones hacia 2050 y una posible reducción del 1% del PIB para 2030 debido a una desaceleración en el sector limpio.
Además, su propuesta para impulsar la producción de petróleo y gas incluye facilitar los permisos de perforación en terrenos federales y la apertura de millones de acres para la extracción de combustibles fósiles, eliminando las protecciones ambientales de tierras de interés arqueológico y hábitats de especies en peligro de extinción.
Revisión de Regulaciones Energéticas y Reducción de la Capacidad de la EPA
En un posible segundo mandato, Trump proyecta limitar la autoridad de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), revirtiendo normas de emisión y reduciendo la supervisión sobre los estándares de calidad de aire y agua. Durante su mandato anterior, Trump intentó disminuir los fondos y las capacidades de esta agencia, un plan que podría intensificarse ahora con el respaldo de un sector republicano más alineado con su visión anti-reguladora. Esto beneficiaría a la industria de combustibles fósiles, debilitando las normativas de control de contaminación y aumentando el impacto negativo en la salud de las comunidades locales.
Al mismo tiempo, la administración Trump ha planteado desmantelar la Oficina de Energía Renovable y Eficiencia Energética, socavando el crecimiento de proyectos de energía solar y eólica, que han avanzado en gran medida gracias a los incentivos y subsidios federales de la IRA. La eliminación de esta oficina pondría en riesgo a miles de empleos en el sector renovable y dificultaría la transición hacia fuentes de energía más limpias.
Obstáculos para las Estrategias ESG en el Sector Corporativo
Las políticas de Trump también afectan a las estrategias ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) en las empresas estadounidenses. Trump ya ha mostrado su oposición a este tipo de inversiones, señalando que contribuyen a gastos innecesarios y afectan la competitividad empresarial. Bajo su administración, estas políticas estarían sujetas a mayores restricciones, dificultando que las empresas mantengan compromisos climáticos y de responsabilidad social. Expertos advierten que una posición anti-ESG podría restarle a Estados Unidos atractivo para inversiones sostenibles y, a largo plazo, reducir su influencia en los mercados internacionales de capital.
Otros Programas en Riesgo: Energía Nuclear, Minerales Críticos y Eficiencia Energética
Si bien la postura de Trump frente a la energía nuclear es favorable, sus políticas energéticas podrían limitarse a proyectos específicos de almacenamiento de energía a escala de servicios públicos, excluyendo alternativas para el sector de vehículos eléctricos. Además, el exmandatario ha sugerido recortes en los estándares de eficiencia para electrodomésticos y vehículos, defendiendo una política de libre mercado que priorice la producción interna de energía sin importar su fuente.
Los proyectos para el desarrollo de minerales críticos, vitales para la fabricación de baterías y tecnologías limpias, podrían estar en riesgo debido a la limitada importancia que Trump parece asignar a la transición energética. En cambio, se espera un enfoque en energías tradicionales como el carbón y el gas, que volverían a tener un rol central en la matriz energética de EE.UU.
Implicaciones Globales y Críticas del Sector
La comunidad internacional y ambientalistas han mostrado preocupación por el impacto de estas políticas en los compromisos climáticos de Estados Unidos. El regreso de Trump representa, para muchos, un posible retraso en los avances contra el cambio climático, lo que afectaría no solo a Estados Unidos sino también a sus relaciones con otros países comprometidos con la descarbonización. Además, economistas y expertos en sostenibilidad subrayan que ignorar las energías renovables y el cambio climático pone en riesgo la competitividad de Estados Unidos en el mercado global y su capacidad para liderar en innovación tecnológica limpia.
La industria de las renovables en Estados Unidos, que ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, enfrenta ahora un panorama incierto. Los cambios en las políticas podrían ralentizar las inversiones en energía limpia, reducir el crecimiento del empleo en el sector y debilitar la infraestructura para hacer frente a las consecuencias del cambio climático.
Puntos clave
- Inercia de la Transición Energética Global: Friederike Otto, desde el Imperial College, subraya que la transición a las renovables avanza sin que Estados Unidos necesariamente lidere. Esto sugiere que, aunque una administración negacionista como la de Trump frene políticas, las fuerzas de mercado y la competitividad continúan favoreciendo la economía verde, algo que refuerza también Mark Maslin del University College de Londres.
- Consecuencias Políticas y Económicas a Largo Plazo: Christiana Figueres y Bill Hare enfatizan que, aunque EE. UU. pueda abandonar el Acuerdo de París, el impacto del cambio climático es innegable, y el aislamiento puede resultar en desventajas económicas y pérdida de influencia internacional.
- Auge de Coaliciones Subnacionales y Su Influencia: Laurence Tubiana, de la European Climate Foundation, señala la relevancia de movimientos como “America is All In”, que agrupan a ciudades, estados y entidades privadas que apoyan una acción climática robusta. Esta red, que representa una parte significativa del PIB y la población de EE. UU., promete continuar aplicando medidas climáticas en el ámbito nacional pese a políticas federales adversas.
- Retos para el Sector Renovable con Nuevas Políticas de Trump: La Asociación Estadounidense de Energía Limpia, aunque dispuesta a colaborar, podría enfrentar desafíos si se reducen incentivos y se aplican aranceles proteccionistas que Trump propone para vehículos eléctricos, afectando los precios y la competitividad de estas tecnologías.
- Diplomacia Climática y Liderazgo Europeo: Jennifer Morgan de Alemania y otras voces europeas expresan que la UE está lista para asumir un papel de liderazgo en la diplomacia climática. Esto implica que Europa podría tomar la delantera en la carrera por las industrias verdes, colaborando en alianzas internacionales que fortalezcan el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París.