El 28 de abril de 2025, España, junto con Portugal y partes de Francia, vivieron un apagón eléctrico que dejó a millones sin luz, paralizó el transporte y sumió al país en un caos. Este evento, descrito como “absolutamente excepcional” por Red Eléctrica de España (REE), ha desatado especulaciones sobre sus causas, incluyendo el papel de las energías renovables en la estabilidad del sistema eléctrico. A continuación, desglosamos lo sucedido, sus impactos y las incógnitas que aún hay sobre el tema.
Un Colapso Eléctrico
A las 12:33 horas del lunes, el sistema eléctrico peninsular sufrió un “cero energético” tras una “oscilación muy fuerte” en los flujos de potencia del sistema eléctrico europeo, según REE. En apenas cinco segundos, desaparecieron 15 gigavatios de la red, equivalentes al 60% de la energía consumida en ese momento. Esto provocó la desconexión total de España del sistema eléctrico europeo, afectando a toda la península ibérica, con excepción de Canarias, Ceuta, Baleares, y Melilla, cuyos sistemas son independientes.
El apagón no solo dejó sin luz a hogares y comercios, sino que colapsó infraestructuras críticas:
- Transporte: Trenes, metros y tranvía quedaron detenidos, con aproximadamente 126 trenes de Renfe afectados y pasajeros rescatados hasta bien entrada la noche. Aeropuertos como Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat presentaron retrasos, aunque operaron con sistemas de contingencia.
- Telecomunicaciones: Las redes móviles y de internet sufrieron caídas masivas, y las autoridades pidieron un uso responsable de los teléfonos para priorizar emergencias.
- Emergencias: En Madrid, se gestionaron alrededor de 1,679 incidencias, incluyendo rescates en ascensores y asistencia a personas con necesidades respiratorias. Los hospitales, gracias a generadores, pudieron continuar con la atención sin incidentes mayores.
Un Mix Desequilibrado y una Desaparición de 15 GW
En el momento del colapso, el sistema contaba con un 78 % de generación renovable, de la cual un 60 % era solar fotovoltaica, 12 % eólica y 11 % nuclear. La generación síncrona —crucial para mantener la estabilidad de la red eléctrica— era muy limitada: apenas 3,3 % procedente de ciclos combinados y una parte de la cogeneración. Según las primeras reconstrucciones, entre las 12:30 y las 12:35 se perdieron repentinamente 10 GW de fotovoltaica, 3,3 GW de nuclear y parte del gas. Esta pérdida masiva y súbita de generación desencadenó una caída brusca de tensión en todo el sistema europeo continental, con consecuencias en cascada.
¿Fenómeno Atmosférico o Fallo Sistémico?
Las causas del apagón siguen bajo investigación, y el Gobierno ha evitado especular. Inicialmente, se dedujo un posible ciberataque, pero tanto REE como el Centro Nacional de Ciberseguridad de Portugal descartaron indicios de algo así. La operadora portuguesa REN sugirió que el fallo podría estar relacionado con un “raro fenómeno atmosférico”, citando un tipo de oscilaciones anómalas en las líneas de alta tensión debido a variaciones extremas de temperatura en España, un fenómeno conocido como “vibración atmosférica inducida”. Sin embargo, esta hipótesis no ha sido confirmada aún por REE ni por otras fuentes.
Otra teoría dirige el problema hacía una sobrecarga o fallo en la interconexión con Portugal, Francia o Marruecos, aunque ambos países vecinos han señalado a España como el origen del problema. Algunos expertos también han mencionado la posibilidad de una tormenta solar, pero no hay evidencia que lo respalde.
El Papel de las Energías Renovables
El apagón ha reavivado el debate sobre la dependencia de las energías renovables en España, que en 2024 representaron el 52.6% de la generación eléctrica (eólica 22.9%, solar fotovoltaica 16.7%, hidráulica 13%). En el momento del apagón, las renovables (solar y eólica) aportaban aproximadamente el 78% de la energía, con la nuclear al 11.5% y el gas a menos del 3%. Algunos usuarios en X y artículos han señalado que esta alta dependencia de fuentes no despachables (que no pueden ajustarse rápidamente a la demanda) pudo haber reducido la “inercia” del sistema, haciéndolo más vulnerable a perturbaciones.
Un usuario en X afirmó que “la producción de energías renovables cayó de 25,000 MW a 10,000 MW”, sugiriendo que esta variación fue clave en la perturbación. Un artículo titulado “Over-Reliance On Renewables Behind Catastrophic Blackouts in Spain” argumentó que la falta de generación rotativa despachable (como nuclear o gas) dejó al sistema con poca capacidad para estabilizarse frente a una oscilación. Sin embargo, estas afirmaciones no han sido respaldadas por REE ni por el Gobierno, y expertos han señalado que la red eléctrica española es robusta y diversificada, capaz de duplicar picos históricos de demanda.
Por otro lado, las renovables también jugaron un papel crucial en la recuperación. Centrales hidroeléctricas autónomas fueron importantes para reactivar la red, demostrando su importancia en situaciones de esta índole. Además, la alta producción renovable en abril, con sol, viento y lluvia, había reducido la necesidad de generación nuclear, con cinco de siete reactores apagados semanas antes debido a un exceso de energía.
Impactos y Lecciones para el Futuro
¿Y si vuelve a pasar? Lo que toda persona debería tener en casa ante un apagón generalizado
Aunque eventos como este son extremadamente raros, las autoridades no descartan su repetición. Por eso, es fundamental estar preparados:
- Iluminación de emergencia: Linternas recargables, velas o lámparas solares.
- Energía portátil: Baterías externas (power banks), especialmente útiles para mantener teléfonos operativos.
- Radio a pilas o de manivela: Para seguir las noticias cuando no haya internet ni red móvil.
- Agua y alimentos: Suministros básicos no perecederos para al menos 24-48 horas.
- Efectivo: En ausencia de TPVs o cajeros, el dinero físico puede ser esencial.
- Plan médico y de movilidad: Medicación suficiente, instrucciones para dispositivos médicos eléctricos, y conocimiento de cómo operar puertas automáticas manualmente.
El apagón tuvo un impacto económico significativo, con pérdidas en comercio, hostelería y eventos como el Mutua Madrid Open, que suspendió su jornada. En el ámbito social, los ciudadanos recurrieron a radios a pilas, que se agotaron rápidamente, evocando un regreso a la “era analógica”.
Este incidente ha planteado interrogantes sobre la resiliencia del sistema eléctrico en España, especialmente en un contexto de transición energética. Mientras algunos critican la dependencia de las renovables, otros subrayan la necesidad de mejorar el almacenamiento y las interconexiones para gestionar su variabilidad. Red Eléctrica ha advertido que el cierre previsto de centrales de ciclo combinado (gas) para 2030, combinado con un ritmo insuficiente de almacenamiento, podría aumentar el riesgo de apagones a partir de 2027.
El apagón del 28 de abril de 2025 aunque ya casi resuelto, ha sido un recordatorio de la vulnerabilidad de los sistemas eléctricos modernos, incluso en países con redes avanzadas como España. Aunque las energías renovables están en el centro del debate, las causas exactas del colapso siguen siendo un interrogante, y las investigaciones en curso serán clave para evitar que este “día oscuro” se repita. Mientras tanto, la transición hacia un sistema más verde debe ir acompañada de inversiones en estabilidad y resiliencia para garantizar que la luz no vuelva a apagarse.
Fuentes: Red Eléctrica de España El País El Mundo La Razón ComputerHoy RTVE