La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, anunció que España contará con una Segunda Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética. Esta iniciativa busca evolucionar de medidas temporales, como las implementadas durante los altos precios energéticos (2022-2024), a soluciones permanentes.
El proceso incluirá una consulta pública para diseñar una estrategia “ambiciosa y realista”, con participación de organizaciones sociales, comunidades autónomas y otros ministerios. Las mejoras propuestas incluyen ampliar el acceso al bono social y utilizar los recursos del Plan Social para el Clima para mejorar la eficiencia energética de las viviendas y reducir los costos energéticos.
En el contexto de esta estrategia, se destacan medidas recientes como el refuerzo de los bonos sociales, la prohibición de cortes de suministro y el mecanismo ibérico, que ha ahorrado más de 5.100 millones de euros a los consumidores. El objetivo principal es garantizar que las ayudas lleguen a quienes más lo necesitan y reducir la vulnerabilidad energética en los hogares españoles.
La vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, ha anunciado que España contará con una nueva Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética antes de que finalice el año. Este anuncio se realizó durante una reunión con representantes de asociaciones de consumidores y de la Plataforma del Tercer Sector.
Transición de medidas coyunturales a estructurales
Aagesen destacó la necesidad de evolucionar de medidas temporales a soluciones permanentes, tras superar el periodo de altos precios energéticos entre 2022 y 2024. Subrayó que una de las principales acciones del Ministerio será promover la equidad energética y desarrollar la Segunda Estrategia de Pobreza Energética para implementarla antes de que termine el año.
Proceso participativo y colaboración
El Ministerio abrirá una consulta pública la próxima semana para que todos los interesados puedan contribuir al diseño de una estrategia “ambiciosa y realista”. Este proceso incluirá un calendario de trabajo conjunto entre el Ministerio y las organizaciones sociales que abordan la pobreza energética. Aagesen enfatizó la importancia de involucrar a todas las entidades en el diseño y difusión de la estrategia, así como a las comunidades autónomas, responsables de la gestión de los servicios sociales.
Ampliación de coberturas y acceso al bono social
La ministra expresó la intención de ampliar las coberturas y garantizar que lleguen a quienes más lo necesitan, con el objetivo de que ningún hogar con derecho al bono social quede excluido. Entre las mejoras propuestas para la nueva Estrategia se incluye la incorporación de la pobreza energética como variable en distintos programas de ayudas y el uso de la financiación del Plan Social para el Clima, parte del Fondo Social para el Clima.
Contexto y medidas anteriores
Este anuncio se produce tras varios años de elevados precios en el mercado energético, durante los cuales el Ministerio implementó diversas medidas, como el refuerzo de los bonos sociales eléctrico y térmico, y la prohibición de cortes de suministro, prorrogados en el Real Decreto-ley 9/2024. Estas acciones han permitido que los consumidores vulnerables tengan en 2025 una factura eléctrica más reducida que en 2019.
Desafíos actuales en materia de pobreza energética
Según el informe Foessa de Cáritas, el acceso a la vivienda se ha convertido en un factor crucial en la pobreza en España. El aumento significativo del costo de la vivienda afecta a aproximadamente 6,8 millones de personas, un 14% más que en 2018. Además, la proporción de hogares en exclusión social que poseen una vivienda ha disminuido del 57% en 2013 al 30% en 2024, indicando una mayor precariedad. La sobrepoblación en viviendas ha crecido, y muchos viven en condiciones insalubres o en barrios degradados. En 2024, 9,4 millones de personas estaban en exclusión social, con 4,3 millones en exclusión severa.
Compromiso del Gobierno con la equidad energética
El Gobierno reafirma su compromiso de garantizar que todos los hogares con derecho al bono social accedan efectivamente a él, y de utilizar la financiación del Plan Social para el Clima para mejorar la eficiencia energética de las viviendas de los consumidores. Esto permitirá una mayor electrificación de los consumos, la reducción de los precios energéticos y una mayor autonomía energética tanto del país como de los usuarios.
La implementación de la Segunda Estrategia contra la Pobreza Energética representa un paso significativo hacia la equidad energética en España, abordando los desafíos actuales y garantizando que las medidas lleguen a quienes más lo necesitan.