Diferencia de Costos en Energía Renovable: Producir Paneles y Baterías en Europa Cuesta Hasta un 45% Más que en China
La Agencia Internacional de Energía (AIE) advierte que fabricar paneles solares y baterías en la Unión Europea cuesta entre un 25% y un 45% más que en China, lo cual pone en riesgo la autosuficiencia y los objetivos energéticos europeos. Esta diferencia se atribuye a varios factores clave, entre ellos los costos de la mano de obra, las materias primas, y una infraestructura de fabricación menos desarrollada en Europa. A medida que la UE busca reducir su dependencia energética de China, especialmente en el contexto de las tensiones comerciales y la transición hacia energías limpias, esta brecha de costos plantea grandes desafíos para la competitividad de las industrias europeas en el mercado global.
China ha consolidado una posición dominante en la cadena de suministro de tecnologías solares, controlando aproximadamente el 80% de la producción mundial de módulos solares. La abundancia de fábricas chinas de energía renovable y sus precios bajos en paneles solares –que en 2024 han llegado a caer hasta un 50%– han permitido a China ampliar su cuota de mercado a expensas de los fabricantes europeos. La UE había impulsado en 2023 la Iniciativa Net-Zero Industry Act para fomentar la producción local de tecnología verde y reducir su dependencia de terceros países. Sin embargo, la presión de los bajos costos de importación china y la desaceleración en la demanda han generado una acumulación de módulos solares en Europa, en lo que se conoce como una “competencia feroz” que pone en jaque a las empresas locales.
Por otro lado, los países europeos también enfrentan una creciente competencia en el sector de las baterías, ya que China ha incrementado su capacidad de producción en este ámbito. Además de la inversión masiva en infraestructuras, las empresas chinas también se han beneficiado de políticas de estandarización y economías de escala que permiten mantener los precios bajos en sus tecnologías renovables, desde baterías para vehículos eléctricos hasta los propios módulos solares.
Ante esta situación, la AIE sugiere que la UE invierta en tecnología de fabricación avanzada y en la promoción de políticas de apoyo para asegurar la viabilidad de sus metas climáticas. Esta recomendación se enmarca dentro de los esfuerzos europeos por alcanzar un 45% de energía renovable en el mix energético para 2030, aunque los desafíos del mercado hacen que el camino a la autonomía energética siga siendo incierto.