La industria del almacenamiento energético se encuentra en un punto de inflexión gracias a la introducción de innovadoras tecnologías de baterías de litio, según un informe de BloombergNEF. Estas nuevas baterías, que integran avances en cátodos, ánodos y electrolitos, prometen no solo reducir costos, sino también mejorar el rendimiento, haciendo que sean más accesibles para fabricantes de automóviles y proveedores de energía. Este cambio es impulsado por una creciente competencia entre fabricantes de vehículos eléctricos y empresas de almacenamiento, quienes buscan alternativas que no dependan de materiales raros o costosos.
Las baterías de iones de litio han dominado el mercado por su alta densidad energética y longevidad. Sin embargo, la actual generación de cátodos ha alcanzado su límite teórico en términos de densidad. Por ello, la atención se centra en el desarrollo de ánodos de silicio y metal de litio, así como en electrolitos sólidos, que podrían mejorar significativamente las capacidades de estas baterías. A lo largo de este año, BNEF ha examinado 61 startups del sector, que han recaudado cerca de 6.900 millones de dólares en fondos, reflejando un interés creciente en innovaciones en el almacenamiento de energía.
El informe subraya que, aunque los avances en baterías son prometedores, la transición hacia la producción a gran escala presenta retos significativos. La inversión, experiencia y tiempo requeridos para escalar estas tecnologías son considerables. Se prevé que las primeras aplicaciones de estas nuevas tecnologías se dirijan a sectores de alto rendimiento, como la aviación y el ámbito militar, antes de llegar al mercado de vehículos eléctricos de consumo, donde la sensibilidad al costo es mayor.