Se estima que la eólica marina flotante generará miles de empleos y un impacto económico significativo en Euskadi para 2040, posicionando a la región como líder en este sector emergente.
La energía eólica marina flotante se perfila como una de las grandes oportunidades de crecimiento para el País Vasco. Según un estudio reciente del Clúster de Energía de la región, en colaboración con 18 entidades vascas, se prevé que para 2040 este sector podría generar hasta 6.783 empleos directos y una facturación de 1.424 millones de euros. Aunque el segmento aún se encuentra en fase precomercial, las expectativas son altas debido a la experiencia del País Vasco en la energía eólica, que ya cuenta con más de 30 años de desarrollo en este ámbito. La capacidad instalada de eólica flotante podría alcanzar los 8,1 GW para 2040, frente a los 250 MW actuales. No obstante, la principal barrera en el corto plazo son los altos costes de la tecnología, que se espera disminuyan con el aumento de los proyectos a gran escala, previsto para 2030. Este crecimiento beneficiará principalmente a empresas de ingeniería, fabricantes de aerogeneradores, estructuras flotantes y empresas proveedoras de servicios de instalación y mantenimiento, consolidando al País Vasco como un líder en el desarrollo de esta innovadora fuente de energía.
Fuentes: Energética XXI, El periódico de la energía, Noticias de Gipuzkoa, Crónica Vasca, Renewable Energy news.
El sector de la energía eólica en el País Vasco está experimentando una transformación que podría definir su futuro. Con la eólica marina flotante a punto de despegar, la región tiene ante sí una oportunidad única para reforzar su economía y su liderazgo industrial. Según un reciente estudio del Clúster de Energía del País Vasco, la eólica flotante, que aún está en fase precomercial, podría generar hasta 6.783 empleos directos y 1.424 millones de euros en ingresos para 2040. Este crecimiento proyectado es el resultado de una visión de largo plazo, que prevé una capacidad instalada de 8,1 GW en 2040, frente a los 250 MW actuales.
El Potencial de la Eólica Flotante
La energía eólica marina flotante, aunque aún en sus primeros pasos comerciales, ha demostrado ser una de las tecnologías más prometedoras para la descarbonización de la industria energética. En el País Vasco, que cuenta con más de tres décadas de experiencia en el sector eólico, la transición hacia esta nueva tecnología no solo es natural, sino estratégica. En la actualidad, más de 50 empresas vascas están involucradas en el desarrollo de proyectos de eólica flotante, lo que subraya el fuerte compromiso del sector en avanzar hacia el futuro.
Implicaciones para la Economía Vasca
El impacto económico esperado de la eólica flotante es considerable. El estudio del Clúster de Energía anticipa que, para 2040, la industria podría crear casi 7.000 empleos directos. La creación de estos puestos se concentrará principalmente en la ingeniería, la fabricación de aerogeneradores, estructuras flotantes, y sistemas de fondeo, así como en los servicios relacionados con la instalación, operación y mantenimiento de los parques eólicos. Este empleo no solo beneficiará a la región en términos de crecimiento laboral, sino también en términos de creación de valor económico, con una previsión de generar más de 1.400 millones de euros en ingresos.
Retos y Oportunidades
El principal desafío para la eólica flotante radica en los altos costos iniciales de la tecnología. A diferencia de la eólica marina convencional, que se fija al fondo marino, la tecnología flotante requiere estructuras más complejas y costosas. Sin embargo, se prevé que estos costos disminuyan a medida que aumente la escala de los proyectos, especialmente a partir de 2030, cuando se espera que comiencen a instalarse parques comerciales. Este proceso de reducción de costes será crucial para garantizar la competitividad de la tecnología en el mercado global.
El futuro de la energía eólica flotante en el País Vasco parece prometedor, con perspectivas de crecimiento económico y empleo que podrían posicionar a la región como líder en el sector. La inversión en investigación, desarrollo y formación será clave para enfrentar los retos de este emergente sector, pero el potencial es claro. De aquí a 2040, el País Vasco podría no solo ser un referente en energías renovables, sino también un ejemplo de cómo una región puede aprovechar sus fortalezas industriales para liderar la transición hacia un futuro más sostenible.