Con una inversión de 650 millones de euros, Bélgica impulsa el proyecto de la primera isla energética artificial del mundo, destinada a transformar la energía eólica en el Mar del Norte y conectarla al continente.
La isla energética Princess Elisabeth en Bélgica, respaldada con un crédito de 650 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones (BEI), es el primer proyecto de su tipo en el mundo, centrado en la energía eólica y los objetivos de sostenibilidad. Este proyecto busca establecer una isla artificial que centralice la transmisión de energía eólica marina, con capacidad para abastecer a más de tres millones de hogares europeos con energía limpia. La firma del acuerdo, realizada el 25 de octubre de 2024 entre el BEI y Elia Transmission Belgium (ETB), subraya el papel estratégico de la isla en la transición energética europea y la reducción de dependencia de combustibles fósiles.
La construcción de la isla se llevará a cabo entre 2024 y 2027, a 45 kilómetros de la costa belga, en la zona eólica del mismo nombre, Princess Elisabeth. La isla integrará 3.5 GW de capacidad eólica marina a la red de alta tensión de Bélgica, permitiendo una reducción notable en la dependencia de los combustibles fósiles. Este modelo de generación renovable no solo será fuente de energía accesible y económica, sino que también elevará la competitividad industrial en Europa, y contribuirá directamente a los objetivos de neutralidad climática establecidos por la Unión Europea.
Una de las innovaciones destacadas de este proyecto es su infraestructura híbrida, que combina corriente continua de alta tensión (HVDC) y corriente alterna (HVAC), permitiendo una distribución eficiente de la energía eólica hacia el continente y facilitando su conexión con otros países. Estos “interconectores híbridos” posibilitarán que la electricidad fluya entre Bélgica y sus vecinos, reduciendo así las fluctuaciones y mejorando la seguridad energética en Europa. Esta tecnología, que fusiona eficiencia y sostenibilidad, representa un avance en la integración energética y el mercado común de energía en Europa, permitiendo a la vez un intercambio energético con Reino Unido y Dinamarca.
Además, la isla estará equipada para preservar la biodiversidad local y minimizar el impacto ambiental, con medidas como la construcción de un arrecife artificial que fomente la vida marina y apoye la regeneración de especies locales. La sostenibilidad de la isla también se ve reforzada por el potencial uso de antenas de comunicación avanzadas (5G y 6G) y una posible planta de hidrógeno verde que ampliará las capacidades de almacenamiento energético.
La iniciativa, respaldada también por la iniciativa REPowerEU y el plan de recuperación NextGenerationEU, marca un hito en la transición de Europa hacia fuentes de energía renovable. Con la colaboración del grupo Elia y los expertos en infraestructuras marítimas DEME Group y Jan De Nul Group, el proyecto consolida a Bélgica como un referente mundial en innovación energética. La isla Princess Elisabeth no solo será un nodo energético clave, sino que sentará las bases para futuros proyectos de interconexión en el Mar del Norte, como el plan TritonLink, que enlazará Bélgica y Dinamarca con una red de alta tensión.
A medida que avance la construcción, la isla está prevista para empezar a operar en 2026 y conectar todos los parques eólicos marinos y la red terrestre para 2030, contribuyendo a los 300 GW de capacidad eólica que la Unión Europea espera alcanzar para 2050. En este sentido, Princess Elisabeth marca una primera fase significativa en el plan de transición hacia un sistema energético más sostenible y menos dependiente de combustibles fósiles.