El Ayuntamiento de Oyón aprueba la instalación de ocho aerogeneradores cerca de Labraza, generando debate entre vecinos y autoridades.
El Ayuntamiento de Oyón ha aprobado la construcción del primer parque eólico en Euskadi en casi 20 años, ubicado cerca de la villa medieval de Labraza. El proyecto, liderado por Aixeindar (Iberdrola y el Ente Vasco de la Energía), contará con ocho aerogeneradores de 190 metros de altura. La decisión ha generado división entre los vecinos: mientras algunos apoyan la iniciativa, los residentes de Labraza expresan su preocupación por el impacto ambiental y patrimonial. A pesar de la polémica, las obras comenzarán en primavera y se espera que el parque esté operativo antes del verano.
Después de casi veinte años sin nuevos desarrollos en energía eólica, Euskadi se prepara para inaugurar un parque eólico en las proximidades de la histórica villa de Labraza. Esta iniciativa ha suscitado tanto expectativas como controversias en la comunidad local.
Un proyecto histórico en marcha
El Ayuntamiento de Oyón ha dado luz verde al plan especial para la construcción del parque eólico de Labraza, que contará con ocho aerogeneradores de aproximadamente 190 metros de altura. Este proyecto, liderado por la empresa Aixeindar —una colaboración entre Iberdrola y el Ente Vasco de la Energía (EVE)—, representa el primer desarrollo eólico en Euskadi desde 2006.
Reacciones encontradas en la comunidad
La decisión ha generado opiniones divididas entre los residentes locales. Mientras algunos habitantes de Barriobusto ven con buenos ojos la iniciativa, los vecinos de Labraza han expresado su oposición, preocupados por el impacto que los aerogeneradores podrían tener en el entorno de su villa medieval. Durante el pleno municipal, se escucharon acusaciones de “traición” dirigidas al alcalde José Manuel Villanueva, de EH Bildu, quien defendió la aprobación alegando “imperativo administrativo”.
Perspectivas y desafíos futuros
Se espera que las obras comiencen en primavera, con la intención de que los aerogeneradores estén operativos antes del verano. Este proyecto forma parte de una serie de iniciativas que buscan impulsar las energías renovables en la región, incluyendo otros parques eólicos y plantas fotovoltaicas. Sin embargo, la integración de estas infraestructuras en áreas de valor histórico y cultural plantea desafíos en términos de conservación y aceptación social.