Diversos informes recientes, incluido uno de InfluenceMap, revelan que un porcentaje alarmante de fondos etiquetados como “verdes” o “ESG” aún destinan más capital a combustibles fósiles que a energías limpias. Por ejemplo, el 89 % de fondos europeos con nombres relacionados con clima invierten más en compañías de petróleo, gas o carbón que en empresas dedicadas a la transición energética. En concreto, más de 4.700 fondos ESG invirtieron más de €123.000 millones en expansión de combustibles fósiles.
Greenwashing y regulación insuficiente
A pesar del crecimiento de los reguladores como SFDR (European Sustainable Finance Disclosure Regulation) para etiquetar productos financieros sostenibles, investigaciones apuntan a que entre el 40 % y 70 % de los fondos “sostenibles” aún contienen compañías de combustibles fósiles en sus carteras.
Esto pone en evidencia un problema de greenwashing financiero, donde la denominación “verde” no garantiza inversiones verdaderamente limpias.
Inversión global en renovables supera a la de combustibles fósiles
Contrariamente a lo que ocurre en los fondos, un informe anual de la Agencia Internacional de la Energía (IEA) y datos de Bloomberg/New Energy Finance indican que, a nivel global en 2024, la inversión en energías limpias alcanzó los 2 billones de dólares, prácticamente el doble de lo destinado a petróleo, gas y carbón. Este cambio refleja el impulso de renovables y redes, aunque persisten desafíos en el financiamiento privado.
¿Qué está fallando en los fondos?
Expertos señalan dos principales causas:
Inconsistencia normativa y ambigüedad en SFDR: la regulación no impone criterios mínimos claros, lo que permite etiquetar fondos como “light green” aunque inviertan en grandes emisores fósiles.
Ausencia de compromiso real de algunos gestores: análisis muestran que fondos pasivos etiquetados como sostenibles invierten significativamente en compañías de petróleo y gas, sin aplicar políticas de exclusión efectivas.
Hacia una transparencia y regulación más estricta
Organizaciones como Urgewald, Reclaim Finance y ClientEarth están presionando por una clarificación normativa. Su demanda principal: que los fondos etiquetados como verdes excluyan totalmente inversiones en empresas con proyectos de combustibles fósiles.
Las autoridades europeas, como ESMA, han anunciado mejoras en los criterios de etiquetado y mayores exigencias de divulgación para evitar el greenwashing. La eficacia de estas medidas dependerá de su aplicación efectiva y del compromiso real de los inversores.
Fuentes: InfluenceMap, Urgewald/Facing Finance, Reclaim Finance, Follow the Money, Reuters/IEA, BloombergNEF