Empresas como AB InBev, Heineken y Coca-Cola lideran iniciativas de energía limpia para reducir su huella de carbono y avanzar en sus objetivos ambientales globales.
Las principales empresas del sector de bebidas están apostando por las energías renovables para reducir su impacto ambiental y avanzar hacia la sostenibilidad. Grandes grupos, como AB InBev y Heineken, están encabezando proyectos ambiciosos que incluyen la inversión en parques eólicos y energía solar para abastecer sus plantas y operaciones. Heineken, por ejemplo, inauguró en México una de las plantas más sostenibles del grupo, utilizando energía solar y reduciendo significativamente el consumo de agua, mientras que Grupo Modelo, parte de AB InBev, firmó un acuerdo con Iberdrola para construir un parque eólico en Puebla que proveerá energía 100% renovable.
La tendencia responde al creciente compromiso de estas empresas con el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. AB InBev tiene como objetivo cubrir el 100% de su consumo energético global con fuentes renovables para 2025, un paso importante hacia sus metas de reducción de emisiones de carbono. Por otro lado, Coca-Cola ha iniciado proyectos de eficiencia energética y reducción de emisiones en sus plantas, impulsando el uso de energías limpias y colaborando con proveedores para minimizar el impacto ambiental en toda su cadena de producción.
En México, la reforma energética ha permitido que empresas como estas puedan invertir en energías limpias más fácilmente, promoviendo el acceso al Mercado Eléctrico Mayorista. Esta legislación ha sido clave para que las empresas de bienes de consumo y otros sectores puedan optimizar sus fuentes de energía y cumplir con sus objetivos de sostenibilidad.
Esta unión de grandes grupos del sector bebidas en la transición energética es una tendencia que promete hacer que la producción sea más limpia, beneficiando tanto a la industria como al medio ambiente.