Peter Dutton, líder de la oposición australiana, presentó un plan para construir siete reactores nucleares en cinco estados, buscando energía más limpia y económica para cumplir los objetivos de emisiones netas cero para 2050. Aunque el proyecto promete un suministro confiable, ha sido criticado por su falta de claridad sobre costos y riesgos. Expertos advierten que podría retrasar la adopción de renovables y elevar los costos energéticos para los hogares, mientras manifestantes y políticos cuestionan su viabilidad económica y ambiental.
Fuentes: THE NEW DAILY, The Guardian Australia, ABC News Australia
El líder de la oposición en Australia, Peter Dutton, ha planteado un ambicioso plan para incorporar energía nuclear al mix energético del país, prometiendo la construcción de siete reactores en cinco estados en las próximas dos décadas. Según Dutton, esta medida es esencial para que Australia alcance su meta de emisiones netas cero en 2050 y garantice un suministro energético “más barato, limpio y constante”. Sin embargo, la propuesta ha suscitado críticas por su falta de detalles financieros y riesgos asociados.
La propuesta nuclear de Dutton
El plan incluye la instalación de reactores en regiones como Lithgow y Hunter Valley en Nueva Gales del Sur, Latrobe Valley en Victoria, Port Augusta en Australia Meridional, Collie en Australia Occidental, y Callide y Tarong en Queensland. Según el cronograma presentado, la construcción del primer reactor tomaría entre 10 y 12 años, y los demás estarían operativos a partir de la década de 2040.
Dutton sostiene que la energía nuclear es una alternativa viable y complementaria a las renovables, subrayando que estas tecnologías no son competencias, sino aliadas. Durante un discurso ante el Comité de Desarrollo Económico de Australia, argumentó que el país ha evitado durante demasiado tiempo esta fuente energética y que ahora debe avanzar en línea con otras naciones.
Falta de detalles y críticas
Aunque Dutton enfatizó los beneficios de la energía nuclear, su falta de claridad en cuanto a los costos ha generado un fuerte rechazo. En respuesta a las preguntas sobre el presupuesto necesario para implementar el proyecto, Dutton declaró que las cifras se revelarían “en su momento”. Esta falta de transparencia ha sido duramente criticada por el primer ministro Anthony Albanese, quien acusó a la oposición de lanzar propuestas vagas y de alto riesgo.
Además, expertos del sector energético han advertido sobre los posibles impactos negativos de este plan. Christiaan Zuur, director de políticas del Consejo de Energía Limpia, calificó la propuesta como un “experimento de alto costo y alto riesgo” que podría desviar recursos de las energías renovables, las cuales están demostrando ser más accesibles y rápidas de implementar.
Reacciones públicas y políticas
La propuesta ha encontrado una fuerte oposición tanto en el ámbito político como en la sociedad civil. Manifestantes contrarios a la energía nuclear se congregaron en el evento donde Dutton presentó su plan, subrayando preocupaciones sobre la seguridad y la gestión de los desechos nucleares. Estos puntos han sido históricamente sensibles en Australia, un país que, pese a contar con abundantes recursos de uranio, ha rechazado proyectos nucleares comerciales en el pasado.
Dutton también defendió su propuesta contra las críticas relacionadas con la seguridad, destacando que Australia ya utiliza energía nuclear para propulsar submarinos bajo el acuerdo AUKUS. Argumentó que oponerse a un programa nuclear civil en estas circunstancias es “incoherente e ilógico”.
Impacto político y futuro del plan
El plan nuclear se enmarca en la estrategia de campaña de la Coalición de cara a las elecciones federales del próximo año. Con esta propuesta, Dutton busca diferenciarse del enfoque del gobierno actual, que prioriza la expansión de energías renovables como la solar y la eólica. Sin embargo, la falta de detalles concretos y los riesgos económicos asociados podrían dificultar su aceptación entre los votantes.
Mientras tanto, el debate sobre el futuro energético de Australia se intensifica. Con una creciente demanda de energía limpia y confiable, el país enfrenta decisiones cruciales que definirán su camino hacia la sostenibilidad y la competitividad económica.