La petrolera Repsol ha registrado un beneficio neto de más de 10.000 millones de euros entre 2022 y 2024, consolidándose como una de las empresas más rentables del sector energético. Sin embargo, esta posición ha generado controversias debido a su elevada recepción de ayudas públicas, que incluyen más de 180 millones de euros en subvenciones a fondo perdido desde 2019 y más de 1.000 millones de euros en créditos con condiciones ventajosas en 2023 y 2024.
Las subvenciones han sido destinadas a 278 proyectos relacionados con energías renovables, como hidrógeno, geotermia, autoconsumo y puntos de recarga eléctrica. No obstante, su oposición al impuesto a las grandes energéticas, que aportó 1.164 millones de euros a las arcas públicas en 2024, ha provocado críticas de sectores políticos, como Alianza Verde, que cuestiona la falta de contribución proporcional de la compañía al sistema fiscal.
A pesar de las críticas, Repsol ha mantenido un sólido rendimiento financiero, aumentando un 30% la remuneración a sus accionistas en 2024 y realizando inversiones significativas en proyectos de transición energética. Sin embargo, el debate sobre su papel en la economía y la justicia de su financiación pública sigue siendo un tema relevante.
La compañía energética Repsol, presidida por Josu Jon Imaz, ha experimentado un trienio notable con beneficios netos que superan los 10.000 millones de euros. Sin embargo, su recepción de cuantiosas subvenciones públicas ha generado debate, especialmente en el contexto de su oposición al impuesto a las energéticas.
Subvenciones Recibidas por Repsol
En los últimos cinco años, Repsol ha obtenido fondos públicos para 278 proyectos, totalizando más de 180 millones de euros en subvenciones a fondo perdido. Estos proyectos abarcan áreas como hidrógeno, geotermia, sistemas térmicos renovables en el sector residencial, autoconsumo, repotenciación, instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos y almacenamiento de electricidad.
Además, en los años 2023 y 2024, la empresa ha recibido más de 1.000 millones de euros en créditos en condiciones favorables. Por ejemplo, en abril de 2023, el Instituto de Crédito Oficial otorgó un préstamo de 300 millones de euros para la evolución de las instalaciones industriales de Repsol en polos multienergéticos. Asimismo, en julio de 2023, el Banco Europeo de Inversiones concedió un préstamo de 575 millones de euros para el desarrollo de proyectos renovables en España, con una capacidad total de 1.100 MW.
Críticas y Controversias
La recepción de estas ayudas ha suscitado críticas, especialmente desde sectores políticos como Alianza Verde, formación aliada a Podemos. Juantxo López de Uralde, coordinador federal de Alianza Verde, ha señalado que “Repsol se está beneficiando de unos impuestos que pagamos entre todos, pero no quiere aportar una mínima parte de sus inmensos beneficios para la caja común”. Esta declaración se enmarca en la oposición de Repsol al impuesto a las grandes energéticas, que en 2024 supuso un ingreso de 1.164 millones de euros para la Hacienda pública, correspondiente al ejercicio 2023.
Beneficios y Dividendos
A pesar de las críticas, Repsol ha mantenido una sólida posición financiera. En 2023, la compañía registró un beneficio neto de 3.168 millones de euros, aunque representó una caída del 25,5% respecto a los 4.251 millones de euros obtenidos en 2022. El beneficio neto ajustado del grupo ascendió a 5.011 millones de euros, con un descenso del 26% en comparación con el año anterior. En línea con estos resultados, Repsol anunció un incremento del 30% en la remuneración a sus accionistas, alcanzando los 0,9 euros por acción, superando así el objetivo previsto para 2025 en su plan estratégico.
Inversiones y Proyectos Futuros
Durante 2023, Repsol realizó una inversión histórica de 6.167 millones de euros, destinando más de 2.600 millones de euros a proyectos en la Península Ibérica y un 30% a activos de generación renovable. La compañía puso en marcha 1.100 MW, alcanzando los 2.800 MW de potencia instalada, principalmente en España. Estas inversiones reflejan el compromiso de Repsol con la transición energética y su objetivo de convertirse en una compañía con emisiones netas cero en 2050.
La dualidad entre los elevados beneficios de Repsol y su recepción de significativas subvenciones públicas plantea interrogantes sobre la equidad fiscal y el papel de las grandes corporaciones en la economía española. Mientras la empresa continúa expandiendo sus inversiones en energías renovables y mantiene una sólida remuneración para sus accionistas, las críticas sobre su contribución fiscal y dependencia de fondos públicos persisten en el debate público.