Stellantis detiene su programa de hidrógeno al concluir que no es viable a corto‑medio plazo, cancelando la producción de las furgonetas Pro One y reorientando los recursos a su ofensiva eléctrica e híbrida. Aunque el personal no se verá afectado, la decisión compromete el futuro de Symbio y destaca el giro estratégico hacia tecnologías más económicamente sostenibles.
El hidrógeno, un nicho sin futuro a corto plazo
Stellantis ha anunciado la interrupción de su programa de tecnologías de pila de combustible de hidrógeno debido a la falta de infraestructura adecuada, el elevado coste de la inversión y la ausencia de incentivos atractivos para los consumidores.
Cancelada la producción de las furgonetas Pro One
La producción en serie de la gama Pro One con propulsión a hidrógeno —prevista en Hordain (Francia) y Gliwice (Polonia)— ha sido cancelada indefinidamente, ya que la adopción del hidrógeno en vehículos comerciales ligeros no se espera hasta –al menos– finales de la década.
Redirección estratégica hacia eléctrico e híbrido
Jean‑Philippe Imparato, COO para Europa de Stellantis, declaró que el hidrógeno “sigue siendo un segmento de nicho sin viabilidad económica a medio plazo” y que la empresa priorizará los vehículos eléctricos y híbridos para mantenerse competitiva.
Impacto en Symbio y sus socios
La empresa estudia las implicaciones de su retirada en la joint venture Symbio, copropiedad de Stellantis, Michelin y Forvia. Symbio emplea a 640–650 personas y se queda sin su cliente principal, lo que genera incertidumbre sobre su futuro.
Recursos reorganizados, sin despidos
Stellantis asegura que no se producirán recortes de plantilla en las plantas afectadas. Los fondos destinados al desarrollo de hidrógeno se redistribuirán hacia otros proyectos del grupo, especialmente en movilidad eléctrica.



